"No hay pecado tan grande, ni vicio tan
apoderado que con el arrepentimiento
no se borre o quite del todo".
Miguel de Cervantes, novelista, poeta,
dramaturgo y soldado español.

El arrepentimiento estético se refiere a la insatisfacción o remordimiento que una persona puede sentir después de someterse a un procedimiento estético, como una cirugía plástica o un tratamiento no quirúrgico.

En España se realizan más de 204.000 intervenciones de cirugía estética al año. El 85% se practican a mujeres, según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE). Se trata de todo tipo de intervenciones pero parece ser que la que más está creciendo es la que se realiza para revertir operaciones pasadas.

Cirugías que antes eran aspiracionales, ahora ya no lo parecen tanto. Cada vez más personas confiesan abiertamente que se arrepienten de las cirugías a las que se han sometido. Sobre todo operaciones estéticas que cambian la imagen, no de tratamientos estéticos menos invasivos y temporales.

A nivel mundial, las cifras de retiradas de implantes mamarios pasó de 155.453 extracciones en 2016 a 335.939 en 2023, más del doble. Una encuesta de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos reveló que ya había "una desaceleración en la demanda de procedimientos cosméticos electivos por parte de los pacientes en la segunda mitad de 2022".

El arrepentimiento estético puede tener un impacto significativo en la autoestima y la salud mental de la persona. Es importante plantear al paciente cuidadosamente los riesgos y beneficios de cualquier procedimiento estético antes de tomar una decisión.

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