Una operación conjunta entre la Guardia Civil y la Agencia Tributaria ha permitido la desarticulación de una red criminal que se dedicaba a la importación, almacenamiento y distribución de sustancias ilegales para tratamientos estéticos. Estas sustancias, provenientes principalmente de Corea, incluían toxina botulínica y otros productos que no cumplían con los requisitos sanitarios establecidos en Europa y España.

El operativo ha derivado en la detención de cuatro personas y la investigación de 41 más, quienes están siendo procesadas por varios delitos, entre ellos, delitos contra la salud pública, estafa, intrusismo profesional y pertenencia a una organización criminal. Las investigaciones se han llevado a cabo en las provincias de Alicante, Málaga, Madrid, Cádiz, Murcia, Córdoba y Sevilla.

Clínicas legales y clandestinas involucradas en la distribución

El negocio ilegal no solo afectaba a clínicas clandestinas, sino también a establecimientos de estética legalmente registrados. Además, varios individuos sin formación médica oficial se encargaban de aplicar estos tratamientos peligrosos. Las autoridades han descubierto que, a través de plataformas en línea, se ofrecían estos servicios sin ningún tipo de regulación o supervisión.

Importación ilegal de productos desde Corea

La Unidad de Análisis de Riesgo de la Aduana de Sevilla, junto con la Guardia Civil, había estado interceptando grandes cantidades de productos y medicamentos ilegales en el Aeropuerto de Sevilla. Estos productos, procedentes de Corea, eran introducidos en España mediante falsas declaraciones de contenido para evitar su detección. Tras su llegada, eran almacenados y distribuidos ilegalmente, tanto a clínicas clandestinas como a personas no cualificadas para realizar tratamientos estéticos.

Rutas internacionales de distribución

La red no se limitaba a España; también se detectaron envíos hacia Portugal y otras partes de Europa. La organización criminal empleaba cuentas bancarias en varios países para ocultar los beneficios ilícitos obtenidos a través de esta actividad.

Operativos en diversas provincias españolas

Durante la investigación, se realizaron registros en viviendas de Málaga, Alicante y Murcia, así como inspecciones en 24 clínicas clandestinas en Cádiz, Madrid, Málaga, Córdoba, Sevilla y Alicante. Estas intervenciones resultaron en la incautación de más de 40 productos sanitarios ilegales y medicamentos, incluidos 700 viales de toxina botulínica y 275 de hialuronidasa. También se encontraron más de 200 envases de lidocaína y una gran cantidad de jeringuillas precargadas con ácido hialurónico, junto con equipos especializados para tratamientos de plasma.

Riesgos para la salud de los pacientes

Los productos incautados no cumplían con los estándares de seguridad necesarios, lo que generaba serios riesgos para la salud de quienes se sometían a estos tratamientos. Aunque la red ha sido desmantelada, aún se están recibiendo denuncias de personas que han sufrido secuelas graves por la aplicación de estas sustancias por parte de personal no cualificado.

Colaboración en la investigación

La operación ha sido llevada a cabo por la Sección de Salud y Dopaje de la UCO de la Guardia Civil, con el apoyo de la Unidad de Análisis e Investigación Fiscal de la Guardia Civil del Puerto de Sevilla, la Unidad Operativa de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, y otras entidades públicas y privadas. Entre estas se incluyen la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, las Inspecciones de Farmacia de la Junta de Andalucía y Madrid, la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), y universidades como la UCAM, San Pablo CEU y la Facultad de Farmacia de Granada.









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