"El derecho y el deber son como
las palmeras: no dan frutos si no
crecen uno al lado del otro".
Félecité de Lamennais, escritor religioso
francés (1782-1854).
La SEME (Sociedad Española de Medicina Estética) recuerda que la toxina botulínica solo puede ser administrada por un médico, en ningún caso por un enfermero, fisioterapeuta u odontólogo.
Al mismo tiempo, revisa en su página web, dónde sí y dónde no está permitido pinchar el famoso y conocido popularmente como 'botox'. El uso de toxina botulínica tipo A para las arrugas de expresión sólo está aprobado para el tratamiento en la frente, el entrecejo o glabela y las patas de gallo o arrugas perioculares. En el resto del rostro, aunque existan trabajos de investigación que avalarían su uso, aún no ha sido aprobado.
Lo que nos remite de nuevo al intrusismo en medicina estética. Según los últimos estudios de la propia SEME, más de un 30% de los casos de intrusismo tienen lugar en centros sin licencia, incluso, en viviendas.
Todo lo cual se evitaría si por fin la medicina estética se regulara como especialidad médica. Algo que no ocurre solo en España, sino también en una gran parte de países europeos y Latinoamérica.
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