10 mitos acerca de qué hacerse y qué no en medicina estética antes del verano
En esta época del año, muchas personas buscan tratamientos estéticos con resultados visibles en poco tiempo
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Que sea verano no significa que debamos renunciar a cuidarnos, pero sí conviene hacerlo con cabeza. Esta es la advertencia de la doctora Sofía Gredilla, experta en medicina estética de Instituto Médico Antiaging. Algunos tratamientos son perfectamente compatibles con el sol y ofrecen resultados impecables, pero otros, en cambio, es mejor reservarlos para cuando bajen las temperaturas. La diferencia está, como casi siempre, en saber elegir. Pero aquí hemos venido a desterrar los principales mitos en torno a qué nos podemos hacer, y que no, antes del verano. Allá vamos:
1. Aún estoy a tiempo de hacerme algo antes del verano.
VERDADERO.
“Sí, estás a tiempo. Existen tratamientos exprés que, bien indicados, pueden ofrecer
resultados visibles en pocos días.” La doctora Gredilla, en su práctica diaria, observa cómo la clave no se encuentra tanto en el tiempo disponible como en la elección del tratamiento adecuado y en su enfoque personalizado. Y es que la medicina estética no funciona con fórmulas universales. Todo parte de una valoración diagnóstica individualizada”, termina.
2. Todos los tratamientos son compatibles con el sol.
FALSO.
Uno de los errores más comunes del usuario de medicina estética es pensar que cualquier procedimiento puede realizarse en primavera o verano. Sin embargo, técnicas como el láser, los peelings profundos o los tratamientos que provocan una descamación profunda no son recomendables en esta época, ya que aumentan el riesgo de hiperpigmentaciones y complicaciones asociadas a la exposición solar.
3. Los tratamientos exprés no hacen milagros.
VERDADERO.
Aunque los resultados pueden ser notables, es esencial gestionar las expectativas.
La doctora Gredilla recalca: “ningún tratamiento sustituye a un estilo de vida saludable ni a una rutina de autocuidado constante, pero sí puede aportar un impulso visible y, sobre todo, ayudar a las pacientes a sentirse mejor consigo mismas de cara al verano”.

4. En verano no te puedes hacer ningún peeling.
FALSO.
Sí es posible siempre que se trate de peelings superficiales o específicos para verano como los de efecto luminosidad, que no provocan fotosensibilidad. También se pueden realizar peelings íntimos como el que aplica la doctora Llaneza, ginecóloga y directora médica de Instituto Médico Antiaging sin riesgo de pigmentación ni incompatibilidad con el sol.
5. Tomar el sol borra los efectos de la medicina estética.
FALSO.
El sol no elimina los efectos, pero sí puede acelerar el envejecimiento si no se protege la piel. Lo ideal es combinar tu tratamiento médico estético con la fotoprotección adecuada y antioxidantes tópicos u orales. De hecho, muchos tratamientos, como la bioestimulación, ayudan a preparar la piel para el verano.
6. Si tengo la piel bronceada, ya no necesito tratamientos faciales.
FALSO.
El bronceado puede disimular imperfecciones de forma temporal, pero no trata la deshidratación, el daño oxidativo ni la pérdida de firmeza. De hecho, el verano puede empeorar la calidad cutánea si no se acompaña de cuidados médicos adecuados.

7. Sudar está desaconsejado tras inyectarse un neuromodulador, ácido hialurónico o inductores de colágeno.
VERDADERO.
Tras una sesión de neuromodulador o ácido hialurónico, la piel necesita dos cosas por encima de todas: reposo y evitar lo que el sudor implica: calor, fricción, vasodilatación, o movimiento. O sea, todo lo que pueda comprometer el resultado de cualquier tratamiento. En el caso de los neuromoduladores, las primeras horas son clave ya que la toxina necesita fijarse con precisión, sin desplazamientos ni interferencias. Y con el ácido hialurónico ocurre lo mismo: conviene no aumentar la inflamación ni forzar una piel que acaba de recibir una inyección de frescura.
8. Los tratamientos corporales sólo funcionan si empiezo meses antes.
FALSO.
Aunque los resultados acumulativos son ideales, hay protocolos exprés de 2 a 4 sesiones
que logran mejoras visibles en textura, firmeza y contorno. Desde radiofrecuencia hasta
mesoterapia reafirmante, es posible ver efectos antes de irte de vacaciones. Al contrario, el verano, lejos de ser una contraindicación, es un momento privilegiado para cuidar la piel: hay menos estrés, más tiempo para una misma y una actitud más abierta al autocuidado consciente. Es una oportunidad para proteger, regenerar y reconectar con el equilibrio cutáneo de forma natural.

9. El calor no es bueno tras un tratamiento de medicina estética.
FALSO.
El calor, ese eterno sospechoso de todos los males estéticos, no es tan culpable como parece. En realidad, tras una intervención de medicina estética mínimamente invasiva, el termómetro no es el problema. Lo que de verdad importa es cómo (y con quién) te haces el tratamiento. “La temperatura ambiente no interfiere directamente en la eficacia de un ácido hialurónico bien infiltrado ni en la acción de un neuromodulador bien administrado”, explican desde Instituto Médico Antiaging. La clave está en el protocolo, en las manos expertas que lo aplican y en el seguimiento posterior. ¿Es verano? Perfecto. Sólo hay que evitar una exposición solar directa en las primeras horas, seguir una pauta sencilla de cuidados y, muy importante, dejarse guiar por profesionales que sepan lo que hacen.
10. No te ha dado tiempo a ponerte un neuromodulador y tienes eventazo esta semana.
FALSO.
Si no has calculado bien tu cita con tu médico estético y estás en lista de espera, pero necesitas ese neuromodulador ya, te contamos que ya hay nuevas generaciones de producto prometen efectos visibles al tercer día. Y si no, puedes optar por una sesión de radiofrecuencia para reafirmar y dar glow, un peeling suave para uniformar el tono, o incluso un skinbooster para hidratar en profundidad y devolverle vida a la piel sin
necesidad de pinchar. ¿Y el gesto? Una ceja bien definida, un toque de iluminador en lo alto
del pómulo y una sonrisa bien dormida pueden hacer más por ti que una toxina infiltrada a contrarreloj.

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