Un año más, el acné se convierte en el gran protagonista de junio, mes dedicado a la concienciación mundial de esta afección que cursa en quistes, granitos, inflamación y/o marcas. No en vano, el acné se manifiesta de muchas formas y, en la mayoría de los casos, afecta negativamente a quien lo padece. De hecho, según el SkinData 2025, a la mitad de los adolescentes les preocupa mucho tener acné y a 4 de cada 10, le afecta negativamente a su autoestima. Sin embargo, el acné no es solo un tema que atañe a los adolescentes, tal y como demuestra el «acné adulto». De hecho, son las mujeres de 20 a 45 años quienes más sufren las consecuencias psicológicas y físicas del acné, seguidas de los hombres más jóvenes (20 a 34 años). De esta encuesta y como curiosidad, también se desprende que más de la mitad de los adolescentes con acné usa filtros o retoca sus fotos en las RRSS para disimularlos y 2 de cada 10 evitan salir de casa ante un brote activo.
Por otro lado, junio da pistoletazo al verano y con él, unos meses en los que el acné tiende a empeorar debido a factores como el calor o la exposición al sol. El primero, porque incrementa la producción de sebo y, por ende, la obstrucción del poro. El segundo, porque ejerce un efecto inflamatorio, así como el temido «efecto rebote»; ese que se produce cuando los granos se secan, engrosando la piel y obstruyendo los folículos pilosebáceos. El Dr. José Luis Ramírez, especialista en dermatología médico-quirúrgica nos da las claves para mantenerlo a raya durante el verano, gracias al protocolo antiacné de IMR.
Fase 1. Tratamiento médico oral y/o tópico del acné. Jaque mate desde el origen
El acné cuenta con una excepcional aliada en la isotetrinoína, un fármaco que forma parte de los llamados retinoides o derivados de la vitamina A y que actúa sobre las glándulas sebáceas, reduciendo la secreción de sebo. Para evitar esa primera fase en la que la testosterona actúa sobre la glándula pilosebácea recomendamos isotetrinoína. En IMR seguimos el enfoque de un estudio que se publicó en el año 2011 y que cambia el modo de tratamiento de los pacientes al trabajar con microdosis. Aunque hace que el protocolo se alargue en el tiempo, el paciente no sufre, explica el Dr. Ramírez. Las dosis bajas permiten una mayor comodidad y un menor número de efectos adversos, sin alterar en absoluto la efectividad de los resultados. De esta manera, añade, el paciente va poco a poco limpiando su organismo y haciendo que esas glándulas pilosebáceas se vayan haciendo más pequeñitas para que cuando llegue la testosterona no pueda decirle que forme un quiste.
Fase 2. Peelings con ácido salicílico para la eliminación de quistes de acné
Cuando la fase dos tiene lugar y el paciente, en palabras del Dr. Ramírez, llega a la consulta lleno de quistes que posteriormente se convertirán en granos inflamados, desde IMR se recomienda la utilización de peelings. Las enfermeras, que están entrenadas para ello, hacen la extracción de estos quistes para posteriormente utilizar un ácido de baja potencia. Por lo general, salicílico de baja potencia, que va a permitir al paciente poder incorporarse a su vida cotidiana sin problemas. De esta manera se eliminan los quistes y se evita que se transformen en granos inflamados, detalla. El peeling a base de ácido salicílico también ayuda a exfoliar la piel, promueve la renovación celular y mejora las irregularidades, debido a su acción queratolítica y antiinflamatoria. Tras el tratamiento, se aplica un fotoprotector solar.
Fase 3. Terapia biofotónica (Kleresca) para combatir los granitos inflamados
En otras ocasiones, explica el Dr. Ramírez, los pacientes acuden con granos inflamados. En esos casos, en IMR recurren a la terapia biofotónica. Mediante la aplicación de un gel y la exposición a una luz multiLED se consigue que la fase inflamatoria del acné desaparezca. La fotobiomodulación, explica, hace que nuestro sistema de defensa, que son los linfocitos, deje de atacar al grano y la inflamación vaya disminuyendo. Kleresca, también elimina las bacterias responsables del acné, repara los tejidos y estimula la producción de colágeno. El tratamiento es apto para cualquier edad y época y sigue actuando hasta 1 año después de haber finalizado. Efectivo y duradero, previene la aparición de cicatrices y estimula la renovación.
Fase 4. Cicatrices de acné: prevenirlas o eliminarlas según cada caso
Desde IMR apuestan por la prevención dentro de su protocolo antiacné. Por ese motivo se sirven de Kleresca, que además de combatir la inflamación, evita que se desarrollen nuevas cicatrices. Para aquellos pacientes que ya las han desarrollado o acuden a consulta directamente para eliminarlas, explica el Dr. Ramírez, contamos con un abanico de posibilidades amplísimo, si bien es cierto que las que llevan años instaladas son las más difíciles de eliminar. En IMR contamos con láseres de diferentes tipos, láseres fraccionales de erbio, láseres de luz pulsada, Ellipse, estimuladores o biostimuladores, con exosomas, con polinucleótidos, que en cada caso individualizaremos con pautas específicas y que el dermatólogo indicará cuál es más adecuado según cada caso.
La alimentación y los hábitos de skincare: factores a tener en cuenta, especialmente durante el verano
La época estival es propicia a descuidar la alimentación. El exceso de alimentos procesados o la falta de frutas y verduras en nuestra dieta inciden negativamente sobre el acné, tal y como explica el Dr. Ramírez.
Las recomendaciones generales que damos son una dieta rica en antioxidantes. Eso es bueno porque el acné es inflamatorio y tanto la verdura como las frutas tienen antioxidantes y son antiinflamatorias. Además, hay que intentar tomar, en la medida de lo posible, hidratos de carbono - pasta, arroz, pan… - que sean integrales. En cuanto a alimentos procesados con muchos azúcares, lo que hacen es producir picos de insulina en nuestro cuerpo y junto con la insulina se libera otra hormona que se llama IGF-1. Pues bien, esta hormona, en gente predispuesta, es la que hace que empeore el acné. Entonces sí que hay evidencia como para recomendar ciertas medidas. Por ejemplo, los lácteos, que también es otra pregunta muy típica. Lo único que parece tener más relación es la leche, curiosamente la desnatada, al contrario de lo que uno pueda pensar. Tiene que ver con por cómo se comporta luego en el organismo y la liberación de esta hormona, de este IGF-1, que es el que empeora las lesiones de acné.
Es importante tener una buena higiene facial, utilizar productos hidratantes, pero no porque la hidratación nos vaya a curar el acné, sino porque los tratamientos del acné nos van a secar. Además, protección solar para prevenir que las cicatrices que podamos tener se nos hiperpigmenten, es decir, se conviertan en manchas marrones, que luego son más difíciles de tratar. Después, por la noche y dependiendo del tipo de acné y el paciente, distintos tratamientos con alfa o beta hidroxiácidos, retinoides, que lo que vayan haciendo es ir limando, por así decirlo, la piel y estimulando la formación de colágeno, añade.