La imagen sí importa. En realidad, se suele ser más crítico con uno mismo que con la imagen que tienen de ti los demás. Dietas estrictas y rutinas de ejercicio de auténticos olímpicos no garantizan los resultados deseados. En algunos casos, la genética impone unos límites que impiden mostrar esa imagen deseada. El Dr. Mato Asnorena, cirujano plástico, cuenta en sus clínicas con tres tratamientos que ayudarán a conseguir ese cuerpo esperado.
Abdominoplastia
Cambios de peso, embarazo y otros factores suelen reflejar volúmenes asimétricos causados por una flacidez difícil de dominar. Para tratar de manera focalizada y personalizada la forma del abdomen, la única opción que asegura un vientre plano es la abdominoplastia, a día de hoy. Esta técnica, con una duración de 2-4 horas, aborda todos los defectos del abdomen: piel, grasa y musculatura. "La operación no sirve para adelgazar sino para remodelar, por eso se recomienda que las personas se hallen en su peso idóneo", aclara el Dr. Mato Ansorena.
El experto detalla la intervención paso a paso. En primer lugar, se realiza una incisión y se levanta de la piel la grasa del abdomen, reforzando los músculos rectos. A continuación, se realiza la reconstrucción de los tres planos: cirugía de la piel, remodelación de la grasa (ayudados en algunos casos por la liposucción), y reforzado de los músculos rectos junto con la reconstrucción muscular correspondiente. Por último, se cierra la herida con sutura intradérmica para que no queden marcas de cremallera.
El abdomen es una zona clave de nuestro cuerpo y no es todo lo agradecida que nos gustaría. Provocada por cambios de peso, embarazo... suele reflejar volúmenes asimétricos causados por una flacidez difícil de dominar.Si la flacidez es moderada y el experto te considera una buena candidata, la miniabdominoplastia esta hecha para ti. Mediante esta técnica quirúrgica mínimamente invasiva, se elimina el exceso de piel suprapúbica (entre el ombligo y el pubis) a la vez que se aspirará el exceso de grasa abdominal. Por lo tanto, implica una cicatriz menor y, en algunos casos, no exige la creación de una cicatriz para la reposición del ombligo.
El miedo por la anestesia general dificulta el hecho de someterse a algunas intervenciones de mejora de imagen. Sin embargo,estos tratamientos se realizan con anestesia local y sedación. El cirujano tan solo necesita casi dos horas para conseguir un abdomen sin complejos.
Ambas técnicas son de postoperatorio rápido. Durante los dos días posteriores a la intervención, se debe guardar reposo e ir incrementando la actividad de manera gradual. Eso sí, es imprescindible llevar una faja de compresión durante al menos 30 días para conseguir los resultados deseados.
La liposucción
La liposucción es perfecta para tratar zonas como glúteos, piernas, muslos y rodillas. Esta técnica quirúrgica remodela la figura, eliminando los depósitos acumulados de grasa resistentes. Gracias a esta técnica, los cúmulos de grasa se aspiran y desaparecen, mejorando la silueta cuando finaliza la intervención. Su objetivo es múltiple: modelar la forma y contorno corporal, perder volumen y garantizar la pérdida de peso. "A través de micro incisiones en la piel y mediante una cánula, se aspira la grasa acumulada y localizada, por lo que las cicatrices son casi imperceptibles" explica el experto.
'La operación no sirve para adelgazar si no para remodelar: es recomendable que las personas estén en su peso idóneo' aclara el Dr. Mato Ansorena.Generalmente, la operación se realiza con anestesia local y sedación y tiene una duración aproximada de una a dos horas. Finalizada la operación, se coloca una prenda compresiva que ayudará a la piel a ajustarse a su nuevo contorno corporal, durante las próximas cuatro semanas. Tras esta intervención de cirugía estética podría aparecer cierta inflamación en la zona, que irá desapareciendo poco a poco. El tiempo de recuperación varía entre dos y tres días. Los resultados definitivos se aprecian, normalmente, cuatro meses después.
La alternativa al quirófano
T-Shock 31 es el tratamiento estrella de la medicina estética que permite reducir hasta 20 centímetros del volumen corporal total por sesión. La eficacia de este tratamiento para reducir volumen corporal está basada en su acción remodeladora. Natural y no invasivo, el tratamiento consiste en la aplicación de una fórmula especial, a base de 31 platas medicinales con una combinación específica de sales y la técnica de vendajes oclusivos, mediante los que se consigue una intensa y profunda movilización de las grasas, líquidos y toxinas. Gracias al principio de ósmosis, provoca siete diferentes acciones (diurética, drenante, détox, lipolítica, termogénica, antioxidante y tonificante). Se recomiendan cinco sesiones, entre una o dos por semana. También se recomiendan dos sesiones mensuales para mantener los mejores resultados.