La industria de los microinjertos capilares despega en los últimos años con la apertura de numerosas clínicas.

Los españoles parecen cada vez más convencidos de que los microinjertos capilares (trasplante del pelo de la nuca a la zona frontal) dan buenos resultados y que lo de seguir calvos ya no es una condena de por vida. Estas intervenciones, minoritarias hace poco, se han multiplicado.

El sueño de los calvos

Es el sueño de los calvos. Según un sondeo de la Organización de Consumidores (OCU), solo el 37% de los encuestados manifiesta que no les importó comenzar a perder pelo y la mitad de los varones confiesa haber seguido algún tipo de remedio contra la alopecia. Entre ellos, el trasplante de pelo, que ofrece resultados permanentes y por eso está tan de moda.

Estamos ante un fenómeno de masas, imposible de vaticinar hace 10 años y que se ha disparado gracias a la mayor facilidad y comodidad de las intervenciones, sus buenos resultados, un boca a boca creciente, la bajada de los precios y la creciente competencia entre clínicas.

Aún cuando Estambul sea la meca mundial de los injertos capilares (con 400 centros), Madrid es la capital del sector en Europa. Con aperturas tan sonadas como la de Insparya, con Cristiano Ronaldo como su principal inversor o la de MC360, cuyo director Óscar Mendoza ha hablado para nuestras páginas en varias ocasiones. De hecho, MC360 va aún más allá, una clínica de trasplante capilar única, que supera la cifra de 4.000 unidades foliculares en cuanto a capacidad de extracción y de colocación en una sola intervención y con una red 125 puntos de información y consejo en todo el país, incluyendo a barberías, peluquerías y otros centros de belleza.

Las razones de su éxito

La primera razón de este boom es que el coste ha tenido que competir con los precios de Turquía y reajustarse. Un grupo de nuevas clínicas, algunas low cost, la mayoría inauguradas entre 2018 y 2019, están ofreciendo precios similares a los de Turquía. Y es que el éxito de este país por sus tarifas reducidas ha hecho que muchos españoles no estén dispuestos a pagar más en el suyo propio.

Lo que está claro, es que lo barato sale caro, y así han sido numerosos los críticos con el low cost turco. Mejor ser prudente ante todos aquellos trasplantes con una diferencia de precio espectacular con lo que en España viene costando este procedimiento. De hecho, muchas clínicas españolas se dedican en un tanto por ciento muy elevado a arreglar trasplantes fallidos hechos en Turquía.

La ISHR (International Society of Hair Restoration Surgery) informa que el 77,5% de los médicos encuestados en uno de sus últimos informes manifiesta haber atendido a seis o más casos al año de pacientes con injertos fallidos. Y es que, algunas compañías venden aparatos para hacer trasplantes llave en mano, a médicos sin experiencia, que hacen la trasferencia de unidades foliculares de la nuca a las zonas con menos pelo ellos mismos o bien personas sin la cualificación necesaria, pese a los riesgos que conlleva.

Así que no todo es paz y después gloria en cuestión de trasplantes. A pesar del crecimiento de la oferta y la demanda, otra cuestión a debate es, efectivamente, la del personal que los practica. Pese a que, según señala el ISHRS, "la ley prescribe que estos trasplantes los haga un médico", hay una presencia creciente de técnicos en las salas de las clínicas de microinjerto capilar, algo que se debe a que los actuales trasplantes, realizados según el sistema FUE, son más fáciles que los de hace 10 años cuando imperaba el método FUSS.

Lo mismo ocurre en Turquía, según ha documentado la propia ISHRS, los trasplantes son realizados por técnicos y no por médicos y varios a la vez en una misma sala, como si de una cadena de montaje se tratara. Si bien, el marketing previo no ofrece esta información, sino que en sus webs aparecen equipos de médicos profesionales con excelentes testimonios.

La guerra de precios, tipos y folículos

Pero volvamos al precio. La realidad es que los precios dependen de la severidad de la alopecia y del número de unidades foliculares (cada una con 2,5 pelos) que hay que trasplantar para cubrir la zona despoblada. La mayoría de las clínicas trasplantan entre 2.500 y 3.500 folículos (6.000 a 8.000 cabellos). En calvicies más severas es necesario trasplantar más de 4.000, incluso 6.000 o 7.000.

España no es el único país en el que los microinjertos están creciendo. Según la sociedad médica internacional IRSHS en 2016 se realizaron en el mundo 635.000 trasplantes de pelo, un 60% más que en 2014, con un coste total de 4.170 millones de dólares.

Aunque también hay que recordar que existen más de 100 tipos de alopecia, y no todas necesitan de microtrasplante. Algunas de ellas, con un correcto diagnóstico médico, pueden tratarse con técnicas no invasivas. En concreto, mediante los medicamentos antiandrógenos, que evitan la acción de las hormonas, el Minoxidil, que abre los vasos sanguíneos y que se puede administrar como loción o pastillas, y un tercer grupo de terapias, algunas novedosas como el láser de baja potencia o el plasma rico en plaquetas.









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