Los antioxidantes son todas aquellas moléculas capaces de prevenir o retardar la oxidación de otras moléculas (lípidos, proteínas o ácidos nucleicos) mediante la neutralización de los radicales libres. Existen antioxidantes que actúan dentro de las células, y que produce nuestro propio organismo (superóxido dismutasa, glutation peroxidasa...). Y luego existen otros antioxidantes que actúan a nivel extracelular (vitamina C, vitamina E, flavonoides, vitamina B3, resveratrol...) y que podemos añadir de forma tópica.

Muy recurridos en la consulta médica, son igualmente aliados del médico estético. El complemento y la receta ideal para potenciar los resultados de cualquier tratamiento y/o acción antiaging.

Qué son y como actúan los radicales libres

El antiaging de hecho, es la lucha constante y más férrea en contra de los radicales libres. Pero, ¿qué es un radical libre?

Para empezar, y meternos de lleno en el mundo de los antioxidantes y su alcance, incluso, contra el cáncer, según investigan numerosos laboratorios y expertos, vamos a conocer un poco mejor la acción de los temidos y combatidos radicales libres, contra quienes luchan.

Existen antioxidantes que actúan dentro de las células, y que produce nuestro propio organismo. Y luego existen otros antioxidantes que actúan a nivel extracelular y que podemos añadir de forma tópica.

Desde un punto de vista químico, un radical libre es cualquier especie (átomo, molécula o ión) que contenga al menos un electrón desapareado en su orbital más externo. Es decir, son moléculas muy reactivas que capaces de modificar las células de su entorno y que llegan a producir la muerte celular de células de la piel (como los queratinocitos).

Como contraposición y aliado fundamental de la estética y la medicina estética, los antioxidantes son coadyuvantes de la fotoprotección solar, es decir, complementarios. Y además nos ayudan en el tratamiento del envejecimiento cutáneo. Para conseguir el efecto deseado, lo mejor es buscar su aplicación tópica (en forma de sérum o crema), ya que tomados vía oral no son capaces de realizar estas funciones, aunque ayudan en otras, tal como veremos más adelante.

Los radicales libres pueden ser entonces, tal y como hemos visto, naturales o artificiales. Se trata de:

  • Productos químicos que su cuerpo produce al convertir los alimentos en energía:
  • Toxinas ambientales, como el tabaco, el alcohol y la contaminación.
  • Rayos ultravioleta del sol o las camas de bronceado.
  • Sustancias que se encuentran en los alimentos procesados.

El uso de antioxidantes

Del envejecimiento de nuestra piel, aproximadamente el 20% se debe a la edad cronológica y los factores genéticos, mientras que el 80% es debido a la exposición solar y a otros factores externos. De todo este daño solar atribuible a la luz solar, se postula que al menos el 50% se debe a los efectos de los radicales libres. De ahí la importancia de incorporar los antioxidantes en nuestra rutina diaria.

"Con el uso pre o post de antioxidantes, cualquier tratamiento médico estético que realicemos va a conseguir mejores resultados en una piel sana y en mejores condiciones. Esto es aplicable sobre todo a procedimientos de láser (ablativos y no ablativos), luz pulsada intensa..., pero también en tratamientos con inyectables (ácido hialurónico...) o incluso toxina botulínica. Por eso es importante ajustar la rutina cosmética de forma personalizada e incluir en la misma los antioxidantes", detallan los expertos de Clínica Dermatológica Internacional.

La lista antioxidante

Nuestro cuerpo produce de manera natural determinados antioxidantes, que también podemos obtener de determinados alimentos y vitaminas. Los antioxidantes comunes conforman la siguiente lista:

  • Vitamina A.
  • Vitamina C.
  • Vitamina E.
  • Betacaroteno.
  • Licopeno.
  • Luteína.
  • Selenio.

De este modo, los antioxidantes producidos por el propio organismo se denominan endógenos. No obstante, y como hemos adelantado, el cuerpo depende de fuentes externas (exógenas), la dieta principalmente, para obtener el resto de los antioxidantes que necesita. Estos antioxidantes exógenos se llaman comúnmente antioxidantes alimenticios. Las frutas, las verduras y los cereales son fuentes ricas de antioxidantes alimenticios. Algunos antioxidantes alimenticios se encuentran disponibles también como complemento dietético, actualmente muy investigados con respecto a su eficacia como fuente de antioxidantes.

¿Pueden los antioxidantes prevenir el cáncer?

Detrás de los antioxidantes, aparte de su probado efecto antiaging, hay mucho más.
Estudios de laboratorio y en estudio con animales, se ha indicado que la presencia de mayores concentraciones de antioxidantes exógenos impide el tipo de daño de radicales libres que ha estado asociado con la presencia de cáncer. Por esta razón, los investigadores han estudiado si el uso de complementos de antioxidantes alimenticios puede ayudar a bajar el riesgo de padecer cáncer en los humanos, tal y como detalla el Instituto Nacional del Cáncer de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.

Dicho Instituto ha llevado a cabo distintos estudios aleatorizados controlados de complementos de antioxidantes alimenticios para la prevención del cáncer.

Del envejecimiento de nuestra piel, aproximadamente el 20% se debe a la edad cronológica y los factores genéticos, mientras que el 80% es debido a la exposición solar y a otros factores externos.

En general, dichos estudios, junto a otros de idéntica naturaleza, concluyen que los complementos de antioxidantes alimenticios son beneficiosos para la prevención de cánceres primarios.

Aunque aún queda mucho todavía que investigar en torno a los efectos de los antioxidantes probados cuando se consumen como compuestos químicos purificados en oposición a cuando se consumen en los alimentos, los cuales contienen mezclas complejas de antioxidantes, de vitaminas y minerales.

Por lo tanto, la adquisición de conocimientos más completos acerca del contenido de antioxidantes en alimentos específicos, de cómo los diversos antioxidantes y otras sustancias interactúan entre sí en los alimentos y de los factores que influyen en la absorción y en la distribución de antioxidantes derivados de los alimentos en el cuerpo son todos ellos campos activos de investigación en curso para la prevención del cáncer. Sin duda, una investigación apasionante llena de posibilidades.









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