La rosácea es una enfermedad de la piel que genera enrojecimiento y lesiones cutáneas muy visibles que incomodan además a los pacientes en su vida social. Se trata de una enfermedad crónica que, sin embargo, se puede tratar para mejorar sus síntomas, aunque la realidad es que está infradiagnosticada.

La Dra. Montserrat Sabán (Clínica MSaban Dermatología, de Barcelona) señala que los pacientes afectados se suelen sentir muy incómodos debido a la rojez del rostro, que en ocasiones es muy acentuada y que socialmente les incomoda. Además, sufren la inflamación y la aparición casi constante de lesiones inflamatorias en el centro de la cara.

La rosácea se da con frecuencia en pieles muy claras y en personas de mediana edad, que habitualmente ven afectada su autoestima, o teniendo incluso problemás de estrés o ansiedad. Es complicado determinar si es una enfermedad que va en aumento, si bien es cierto que últimamente se detecta una mayor sensibilización por las alteraciones cutáneas, que desemboca en más consultas al dermatólogo.

La rosácea es una enfermedad de la piel que genera enrojecimiento y lesiones cutáneas muy visibles que incomodan además a los pacientes en su vida social.

Uno de los tratamientos más efectivos que se aplican en la Clínica Msaban es Kleresca® Rosacea Treatment, precisamente porque es una terapia más suave que otros tratamientos convencionales, ya que no implica tomar fármacos por vía oral. Se puede realizar durante los meses de verano y resulta agradable, ya que se realiza exponiendo el área a tratar, cubierta de un gel fotoconversor, a una luz LED.

Cuando esta luz incide sobre el gel, los cromóforos contenidos en el mismo convierten la luz en fluorescencia que penetra en la piel a diferentes longitudes de onda para activar sus propios mecanismos internos de reparación. Esto no destruye la barrera de la piel, por lo que también es un tratamiento adecuado para personas con piel muy sensible, con resultados visibles en poco tiempo en un tratamiento de cuatro a seis sesiones, en función de lo que considere oportuno el dermatólogo en cada caso.

La rosácea se da con frecuencia en pieles muy claras y en personas de mediana edad, que habitualmente ven afectada su autoestima.

También es aconsejable seguir algunas recomedaciones que ayudan a disminuir los síntomas, tales como evitar la exposición al sol y fuentes de calor, cuidar la alimentación y tratar los trastornos en la digestión, prestar atención a los fármacos y tratamientos hormonales que se reciban, mantener una higiene facial adecuada con productos para pieles sensibles y, sobre todo, dejarse aconsejar por el dermatólogo.









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