El uso de inteligencia artificial para analizar las bacterias en el microbioma intestinal de una persona es el último de los resultados de la ciencia, como método de detección detección de enfermedades cardiovasculares (ECV). Así lo apunta una investigación preliminar presentada en el evento virtual, informe de las sesiones científicas de hipertensión 2020 de la American Heart Association y publicado simultáneamente en 'Hypertension', la revista de la citada Asociación.

Estudios recientes han encontrado un vínculo entre la microbiota intestinal, los microorganismos del tracto digestivo humano y las enfermedades cardiovasculares, que es la principal causa de mortalidad en todo el mundo.

"La microbiota intestinal es muy variable entre individuos y se han informado diferencias en la composición microbiana intestinal entre personas con o sin ECV. Basándonos en nuestra investigación anterior que vincula la microbiota intestinal con las enfermedades cardiovasculares en modelos animales diseñamos este estudio para probar si es posible detectar las enfermedades cardiovasculares en humanos mediante el análisis de inteligencia artificial de muestras de heces", explica Bina Joe, directora del estudio.

Las bacterias intestinales, aliadas de la IA (Inteligencia Artificial) para detectar la enfermedad cardiovascular

Los investigadores utilizaron datos del American Gut Project (una plataforma abierta para la investigación de microbiomas con sede en Estados Unidos) con un objetivo claro, analizar la composición microbiana de las muestras de heces con modelos de aprendizaje automático de última generación.
Se analizaron casi 1.000 muestras y aproximadamente la mitad de las muestras eran de personas con ECV. El modelo pudo identificar diferentes grupos de bacterias intestinales que podrían ayudar a identificar a las personas con ECV existente y sin ECV.

Estudios recientes han encontrado un vínculo entre la microbiota intestinal, los microorganismos del tracto digestivo humano y las enfermedades cardiovasculares, que es la principal causa de mortalidad en todo el mundo.

Entre las bacterias identificadas se encontraron Bacteroides, Subdoligranulum, Clostridium, Megasphaera, Eubacterium, Veillonella, Acidaminococcus y Listeria, que fueron más abundantes en el grupo de ECV. Faecalibacterium, Ruminococcus, Proteus, Lachnospira, Brevundimonas, Alistipes y Neisseria, en cambio, ueron más abundantes en el grupo sin ECV.

"A pesar del hecho de que los microbiomas intestinales son muy variables entre los individuos, nos sorprendió el prometedor nivel de precisión obtenido de estos resultados preliminares que indican que la composición de la microbiota fecal podría servir como un método de detección de diagnóstico conveniente para la ECV", ha explicado Bina Joe.

"Es previsible que algún día, tal vez sin siquiera evaluar la función cardiovascular detallada, los médicos puedan analizar el microbioma intestinal de las muestras de heces de los pacientes con un método artificial de aprendizaje automático para detectar a los pacientes en busca de enfermedades cardíacas y vasculares", concluye.









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