Con el paso del tiempo, los tejidos, los músculos, la grasa y la piel de la cara se van deteriorando y pierden consistencia, volumen, elasticidad y colágeno. Para frenar las consecuencias de este proceso, el rejuvenecimiento facial es uno de los tratamientos estrella.

El lifting es un procedimiento quirúrgico de rejuvenecimiento facial consistente en corregir el exceso de piel de la cara para atenuar las arrugas. Es un tratamiento sencillo, en el que puede solicitarse un minilifting o bien un lifting completo de cara y cuello.

"La intervención del lifting suele durar una hora, se puede realizar con anestesia local y poca sedación, y tiene un postopera­torio muy rápido", explican desde Clínicas Mato Ansorena. Para empezar a operarse, es mejor tener una edad comprendida entre los 40 y 45 años, pero incluso puede ser más ventajoso adelantar cirugías de menor envergadura para ir solucionando los problemas a medida que aparecen. "El límite de edad lo da el estado del paciente. Si la piel no sobra, entonces el momento del lifting no ha llegado. Los pacientes tienen que analizar con el cirujano plástico las posibilidades reales de mejoría".

Desde Clínicas Mato Ansorena explican que la intervención del 'lifting' suele durar una hora, se puede realizar con anestesia local y poca sedación, y tiene un postopera­torio muy rápido.

Para realizar estos procedimientos, es importante recurrir a un cirujano plástico cualificado y programar la cirugía en un establecimiento apropiado para reducir los riesgos al máximo posible. El lifting se realiza para mejorar el aspecto general pues recoloca los tejidos. El resultado tiene que ser tan natural que, quien lo vea, no reconozca el paso por la cirugía.

Uno de los mitos del lifting es que se detiene el reloj y no, "el envejecimiento continúa y la piel sigue sufriendo las inclemencias de la gravedad". Al tratarse de un procedimiento quirúrgico, lleva cicatrices. "A diferencia de otras especialidades, en cirugía plástica éstas son predeterminadas en zonas ocultas o de pliegues entre la mejilla y la implantación de la oreja para que pasen lo más desapercibidas posible. Si luego es necesario tratar el tercio superior de la cara, éstas se pueden extender dentro del pelo o bordeando la implantación pilosa en la zona de patillas o en la región frontal".

No suelen haber molestias después del lifting, "pero, si después de la intervención quirúrgica el paciente notase un poco de dolor, podrá recibir medicamentos". Para evitar hematomas o hinchazón, durante el procedimiento el especialista colocará unas vendas alrededor de su cabeza y "podría poner un pequeño tubo de drenaje por debajo de la piel de la zona de atrás de la oreja para recoger un poco de sangre que podría aparecer durante esta intervención", comentan en Clínicas Mato Ansorena.

Los efectos del lifting se pueden empezar a ver a partir de los 10 días, cuando la inflamación postoperatoria empieza a ceder. "Se retoma la vida normal a partir de los 7 días, y se recomienda hacer poco esfuerzo y dormir semisentado para favorecer el drenaje de líquidos y de algún probable hematoma".

Lifting Exprés

En Clínicas Mato Ansorena recomiendan este lifting, siendo un tratamiento tridimensional, volumétrico y vertical, en el que no se hace un estiramiento, sino una recolocación de los tejidos subcutáneos en una posición anterior a cuando el paciente tenía entre 20 y 30 años. La restauración se debe hacer lo antes posible de la forma más natural en pacientes de, sobre todo, entre 35 y 45 años.

Recibe el nombre de vertical porque la acción en el tercio medio de la cara siempre tiene que ser la de tratar de posicionar más arriba los tejidos profundos de la mandíbula y el cigomático. Y tridimensional y volumétrica porque la cara joven tiene volumen, rellenos y redondeces con ángulos, mientras que a una persona de mayor edad se le marcan más los huesos.









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