El avance y uso de la tecnología en las mesas de los quirófanos no cesa de generar noticias y nuevos modos y prácticas en operaciones. Es el caso del uso de gafas de realidad aumentada.

Un equipo de la Escuela Imperial de Londres ha realizado un estudio científico basado en intervenciones de Cirugía Reparadora realizadas en el Hospital St. Mary de la capital británica para conocer las posibilidades de la realidad aumentada en este tipo de operaciones. Así lo recoge la SECPRE, Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética en su blog informativo.

Interactuando con hologramas

Las gafas de realidad aumentada sumergen al usuario en una "realidad mixta", que le permite interactuar a un tiempo con hologramas -imágenes tridimensionales- y la propia realidad. Según los autores del estudio, "las gafas muestran la posición de los huesos y los vasos sanguíneos de una forma más exacta que los resultados del TAC".
En concreto, a cinco pacientes que necesitaban cirugía reconstructiva en las piernas, se les realizó un TAC para mapear la estructura de tales extremidades. Después, las imágenes se agruparon en huesos, músculos, tejidos adiposos y vasos sanguíneos para, más tarde, subirlas a un software y crear modelos 3D. Estos modelos 3D se introdujeron en otra aplicación tecnológica, diseñada especialmente para procesar las imágenes de las gafas, de forma que los cirujanos "vieran" el interior de las piernas. Pudieron así manipular las imágenes de realidad aumentada mediante gestos manuales para realizar ajustes precisos y alinear correctamente el modelo tridimensional con los puntos de referencia quirúrgicos, como la articulación de la rodilla o el tobillo, de las propias piernas.

Realidad aumentada, el futuro

La aplicación de la realidad aumentada en quirófano, según el estudio, tiene grandes posibilidades. Si bien la tecnología no puede reemplazar la habilidad y experiencia del equipo clínico, ayudaría a reducir el tiempo que el paciente pasa bajo los efectos de la anestesia y reducir el margen de error.
Entre los principales obstáculos de este tipo de intervenciones de 'realidad mixta', los expertos señalan que este estudio se ha basado en la experiencia adquirida en operaciones en las piernas, que tienen una serie de "puntos de referencia" quirúrgicos claramente visibles, como el tobillo o la rodilla. En zonas sin puntos de referencia fijos, sin embargo, caso del abdomen por ejemplo, "será más complicado -aseguran- usar la realidad aumentada porque el potencial de movimiento de los vasos sanguíneos es mucho mayor".

No obstante, la realidad aumentada y la tecnología holográfica parecen ser ya uno de los recursos de optimización para el cirujano y paciente en los quirófanos en lo referido a cirugía reparadora.









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