Según informa la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), en España hay actualmente unos 5.000 centros de medicina estética autorizados, convirtiéndose en uno de los pocos sectores que está generando empleo.

Sin embargo, este creciente números de centros no significa mayores ingresos económicos para el sector, ya que a la guerra de precios existente se le ha de sumar el gran intrusismo que está apareciendo, con centros y profesionales de dudosa profesionalidad que se están dedicando a practicar con escasa o nula formación.

Los datos los ha facilitado Petra Vega, secretaria de la Junta Directiva del SEME durante el IX Congreso Europeo de Medicina Estética de la UIME, que se ha celebrado en Madrid del 23 al 25 de febrero de este año. Para ella, estos datos recogen que, pese al freno de la demanda por la crisis, el sector está en auge, ya que hay nuevas clínicas a pesar de que no se está generando más volumen de negocio.

La aparición de estas nuevas clínicas responde, según Petra, a la crisis de la sanidad pública, pues varios profesionales se han decantado por abrir nuevos negocios a raíz de no poder optar a centros públicos. Los problemas del sector provienen, por un lado, de la aparición de centros de belleza o gimnasios que han decidido practicar la estética médica sin estar acreditados para ello, y por el otro, de la guerra de precios, que no beneficia a la larga a nadie, ya que se están ofertando tratamientos incluso por debajo del coste real de los productos.

El informe recoge el aumento de la demanda masculina, que ya es de cerca del 30%, y el aumento de tratamientos contra la alopecia y los faciales para tratar manchas o pigmentación en la piel.









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