Salta la notica, las redes sociales están llenas, y cada vez más, de fotos del antes y después de celebridades supuestamente operadas de las bolas de Bichat.

Pómulos ultraesculpidos que baten récord de selfies. Una cirugía que cobra un protagonismo sin precedente, a pesar de que exista desde hace décadas.

La bichectomia es perfecta para personas con el rostro muy redondo que deseen lucirlo más afilado, mostrando así un efecto óptico de delgadez.

Está de moda sobre todo entre las jóvenes de entre 20 a 25 años, las cuales deciden extirpar las bolsas de tejido graso de las mejillas, con un fin que pudiera considerarse banal, atender a los cánones de los filtros de las redes sociales.

Ya anunciada como una de las operaciones más demandadas para 2020 con anterioridad a la pandemia, ni siquiera la crisis del Covid-19 ha frenado su auge.

En concreto, la bichectomia es la cirugía estética que adelgaza la cara y resalta los pómulos. Eliminar la grasa de las mejillas (bolas de Bichat) para resultar más fotogénico es una tendencia en auge. Es perfecta para personas con el rostro muy redondo que deseen lucirlo más afilado, mostrando así un efecto óptico de delgadez. Una intervención de carácter menor, que dura aproximadamente 40 minutos y de recuperación inmediata.

Por su posición, las bolas de Bichat, entre la mejilla y el tercio inferior del rostro, engordan la cara y la hacen, a la vista, poco armónica.

Ya en 2017, 7 de cada 10 menores de 35 años admitían estar demasiado pendiente de su físico por culpa de Instagram. Y si hablamos de influencers, con miles de seguidores en sus cuentas, la cifra es aún mayor, lo que les ha llevado a todos ellos y desde hace unos años a solicitar técnicas estéticas como la rinoplastia, la blefaroplastia o los retoques para marcar pómulos y definir el perfil.









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