Cuando se habla de flacidez nos referimos a la pérdida de firmeza de la piel del rostro, causada por la disminución de fibras como el colágeno. Esta caída se debe básicamente al envejecimiento cutáneo pero existen otros factores que ayudan a su aparición como el tabaquismo, una dieta baja en calorías, predisposición genética, fármacos, pérdidas de peso aceleradas o llevar una vida sedentaria.

Las consecuencias de la flacidez provocan descolgamiento y arrugas en el rostro, aspectos que más preocupan a hombres y mujeres cuando suman años. Pero existen determinados tratamientos para combatir la flacidez y sus consecuencias. Clínica Opción Médica recomienda estos tres:

Thermage facial

Se trata de una innovadora y exclusiva tecnología de radiofrecuencia que estimula el proceso natural de renovación de la piel, calentando con absoluta seguridad las capas profundas y, a la vez, enfriando las superficiales para mantener la dermis intacta durante el procedimiento.

El calentamiento estimula el proceso natural de renovación de la piel del cuerpo, ayudando a reafirmar el colágeno ya existente y a producir nuevo. La piel flácida y arrugada va siendo reemplazada por piel más lisa y firme, asimismo, elimina las arrugas y el aspecto cansado.

La flacidez facial es la pérdida de firmeza de la piel del rostro, causada por la disminución de fibras como el colágeno, encargado de aportar resistencia a la misma, o la elastina, encargada de proporcionar elasticidad a la piel.

El resultado es la luminosidad, la uniformidad del tono, y un aspecto general más joven. Es un tratamiento no invasivo de radiofrecuencia, cómodo, indoloro y sin incisiones que solo requiere de una sesión al año ya que su efecto va aumentando a lo largo de los meses.

Beneficios:

  • Tratamiento que prolonga mínimo un año sus efectos, tan solo realizando una sesión al año.
  • Puede realizarse en cualquier época del año sin la necesidad de someterse a una cirugía, ni inyecciones.
  • No precisa de anestesia y la recuperación es inmediata.
  • Elimina la flacidez, suaviza y alisa la piel, mejora el tono, consigue definir contornos y un aspecto más joven y natural.
  • Logra resultados similares a los de un lifting con la máxima comodidad, ya que el paciente no debe someterse a una cirugía.

Mesoterapia facial

Es un excelente tratamiento de rejuvenecimiento facial que revitaliza y mejora la textura, flacidez, luminosidad e hidratación de la piel de la cara, cuello, escote y manos.
Trata los primeros signos del envejecimiento pero también como prevención. Además, también puede utilizarse para tratar cicatrices, acné, pecas o incluso, psoriasis.

Normalmente las primeras zonas donde se muestra esa pérdida de firmeza son el arco mandibular, la papada, los surcos nasogenianos y los párpados.

Consiste en la aplicación mediante microinyecciones intradérmicas locales de una combinación de vitaminas, minerales y aminoácidos que actúan regulando el crecimiento celular y frenando la oxidación y envejecimiento.

El objetivo es regenerar y rejuvenecer la piel, mejorar la calidad del tejido cutáneo en todas sus caras, fortalecer el tejido conjuntivo que se encarga de sostener la piel, aportarle hidratación y luminosidad, tratar la flacidez, mejorar las arrugas, conseguir una piel más lisa, sana y brillante y unificar el tono.

Hilos tensores

Se trata de un innovador tratamiento contra la flacidez y el descolgamiento de la piel con resultados muy eficaces: rejuvenecen el rostro, recuperan el volumen perdido, disminuyen notablemente las arrugas y redefinen las líneas faciales hasta dos años después de la realización del tratamiento.

Son hilos reabsorbibles, de polidioxanona, un material biocompatible que la piel tolera de forma excelente, y posee una serie de conos dispuestos a lo largo de la sutura que permiten consolidar los tejidos de alrededor.
Una de sus ventajas es que se aplican de forma sencilla y combinan básicamente dos acciones: efecto lifting natural e inmediato y regenerador ya que ayuda a la producción de colágeno y elasticidad después de su colocación.

El resultado aparece aproximadamente a partir de las dos semanas y se va consolidando día a día hasta lograr su máximo efecto entre los dos y tres meses posteriores, momento en que la fibrosis de los tejidos ya se ha producido.









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