La tecnología de plasma fraccional se utiliza desde hace varios años como un nuevo procedimiento frente a las operaciones quirúrgicas y la utilización del láser CO2 para el tratamiento de arrugas y laxitud del párpado superior.

Plasmage es el primer plasma fraccionado patentado de Tormamed, del cual hemos hablado en beautymed.es en varias ocasiones, dada la innovación que supone en el área de la medicina estética y el antiaging.

"El plasma fraccionado es una novedad utilizada con gran éxito, sin efectos secundarios, por la medicina estética y los dermatólogos", explica Tormamed, acerca de su nueva tecnología y equipo Plasmage, presente en múltiples clínicas y consultas con gran éxito demostrado.

Para saber más acerca de Plasmage y la tecnología de plasma fraccional, reproducimos a continuación un interesante artículo publicado en la revista de la SEME, Sociedad Española de Medicina Estética, acerca de la misma. Se trata de un completo estudio y artículo científico, elaborado por el doctor Contreras Sánchez J., cuyo objetivo es demostrar la eficacia y evaluar los efectos secundarios y la tolerabilidad de la técnica de plasma. En el mismo se afianzan las conclusiones acerca de los resultados del equipo y tecnología Plasmage.

El doctor Contreras es Máster Universitario en Medicina Estética, Máster Universitario en Medicina Antienvejecimiento. Especialista en Aparato Digestivo. Al frente de Estética Facial Madrid.

Plasma fraccional para arrugas, estudio científico

El título del artículo es 'Tratamiento con tecnología de plasma fraccional para arrugas y laxitud de los párpados superiores', y arroja excelentes conclusiones.

Material y Método.
Se realizó un estudio prospectivo con 12 pacientes. Las variables registradas fueron edad, género y fototipos. Los criterios de inclusión fueron los siguientes: presencia de exceso de piel y/o algún grado de ptosis palpebral en personas que no deseaban some terse a una intervención quirúrgica, ni a tratamiento con láser de CO2. Se utilizó la escala de “Calificación de laxitud facial” para valorar el grado de laxitud en el párpado, tomando fotografías de los pacientes de frente, con los ojos abiertos, antes del tratamiento y un mes después de este. De igual modo, se usó la escala visual analógica de dolor para valorar la tolerabilidad del tratamiento. Se realizó también una encuesta a los pacientes.

Resultados. En los pacientes tratados se constató una mejoría clínica significativa (p









Recomendamos