Respecto a la cuestión tanto de volumen inyectado como monetaria, el doctor Jesús Benito opina que ello debe tenerse en cuenta porque depende de los volúmenes que necesitemos para conseguir el resultado deseado. Por ejemplo, si calculamos que el volumen a inyectar es superior a 5-6 cc, los injertos de grasa serán la elección. En cambio, para volúmenes inferiores y en función de las zonas, el ácido hialurónico será el indicado.

Razones para utilizar el ácido hialurónico:

Algunas de las razones de utilizar el ácido hialurónico para el doctor es que es el gold standard de la medicina estética, es decir, el producto estrella por su versatilidad, seguridad y amplia experiencia en el mercado. Cree que al existir distintas marcas con diferentes grados de densidad, reticulación y volúmenes de jeringa, tenemos la ventaja de elegir la más adecuada para rellenar arrugas finas, medias o profundas o restaurar volúmenes en mandíbula, mejillas o mentón.

Según Benito, para rellenar arrugas muy superficiales como el contorno de ojos, los pocos reticulados son los adecuados, mientras que los más densos son los ideales para arrugas profundas, como los surcos nasogenianos, y para dar contorno y forma a los pómulos. Si bien piensa que no todo son ventajas, porque el ácido hialurónico dura entre 8 y 14 meses según lo que se gesticula y la densidad. Y es un material reabsorbible que precisa de una repetición del tratamiento, por lo que es mejor elegir los injertos de tejido adiposo si el volumen que calculamos es importante.

Razones para utilizar el Lipofilling:

El doctor Benito establece las razones del porqué utilizar el lipofilling o los injertos de tejido adiposo. Necesita, a veces, anestesia local con sedación en quirófano. En este caso, se extrae la grasa del paciente, se procesa y reinyecta en las zonas necesarias mediante microcánulas. Es, por tanto, un proceso preciso y técnico, que puede enriquecerse con células madre del propio paciente durante el proceso para asegurarse una mayor vida del injerto.

Una de las ventajas que resalta el doctor y miembro de la AECEP para usar este tratamiento es que el volumen no supone ningún problema, y el aspecto de la piel mejora porque se vuelve más luminosa y tersa gracias a que estimula el incremento de capilares sanguíneos. Y el resultado es visible a los cuatro meses, siendo natural, duradero y estable ya que la grasa se adapta al hueso y tiene la misma consistencia que la grasa de otras zonas. Benito incide en la idea de que si se producen pérdidas de peso considerables, se puede perder la grasa inyectada. Y lo que menos gusta del tratamiento es la cirugía ambulatoria y que los resultados definitivos tardan unos meses en ser visibles.

Para valorar qué tipos de rellenos son mejores, el doctor establece que el ácido hialurónico es el material idóneo para corregir pequeños defectos y arrugas finas, y cuando queremos evitar una cirugía menor, mientras que el lipofilling o injertos de tejido adiposo es el recomendable cuando los defectos son importantes o deseamos un resultado muy natural con un efecto de rejuvenecimiento en nuestra piel.









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