La clave está en la prevención. La doctora Gema Pérez Sevilla, lo tiene claro.

“El prejuvenecimiento es un protocolo preventivo que combina un buen régimen de cuidado de la piel con tratamientos no quirúrgicos para ayudar a promover la producción de colágeno y fortalecer la barrera cutánea. En generaciones pasadas, la mayoría de las personas esperaban hasta que comenzaban a ver sus primeras arrugas para buscar formas de rejuvenecer la piel. Ahora, con tanta información y educación al alcance de la mano gracias a las redes sociales, combinadas con los avances en el skincare y la medicina estética, las personas más jóvenes están buscando formas preventivas de mantener su piel en buen estado", asegura la Dra. Pérez Sevilla.

Desde prevenir el descolgamiento de la piel, la aparición de manchas y la apariencia de la papada, hasta la formación de arrugas, el prejuvenecimiento se enfoca en prevenir y ayudar a envejecer de una manera saludable. “Los beneficios son el retraso de la aparición de signos de envejecimiento, así como el retraso de la necesidad de tratamientos más invasivos. Además, al ser retoques estéticos sutiles conforme avanza el tiempo, los resultados serán mucho más naturales. Sin duda, una forma de sentirnos bien sin un cambio tan drástico como sucedía hace años”, asegura la doctora.

Tratamientos que tienen que ver con el prejuvenecimiento

Rellenos de ácido hialurónico.
"El ácido hialurónico es el relleno estrella para el (pre)juvenecimiento facial. Es un producto natural, que está presente en nuestro organismo y que se tolera muy bien. Hidrata profundamente, porque llega a las capas más profundas, actuando como un auténtico ‘andamio’ y promoviendo la producción de colágeno. Sirve para tratar las arrugas de todo el rostro, para reponer volúmenes perdidos y tensar los tejidos. El ácido hialurónico se inyecta usando agujas de pequeño calibre o cánulas finas a nivel subcutáneo o en el interior de la grasa facial. Se utiliza anestesia tópica para que sean menos dolorosas. El paciente puede continuar con su vida habitual. Suele aplicarse en cejas, pómulos, mentón, mandíbula, labios, ojeras, surco nasogeniano, pliegue de amargura, cuello, arrugas del entrecejo, de la frente y patas de gallo", asegura la Dra. Pérez Sevilla.

Toxina Botulínica.
"El bótox tiene la capacidad de relajar las fibras musculares, permitiendo así controlar la excesiva contracción de los músculos que producen las arrugas en la gesticulación. Se aplica sobre los músculos faciales cuya acción deseamos disminuir. De este modo, evitaremos la formación de las líneas de expresión y las arrugas, fruto del paso del tiempo. Se puede aplicar en la frente, en el entrecejo o en las patas de gallo. Su aplicación es sencilla y apenas dolorosa, porque se usan agujas de pequeño tamaño, lo que no suele provoca hematomas, solo una leve inflamación en el punto de inyección que desaparece en unos minutos. El paciente puede continuar con su vida habitual"..

Facialismo y aparatología.
"Por supuesto, un cuidado de la piel domiciliario es fundamental, pero también lo es en cabina porque lo podemos combinar con la aparatología. Por ejemplo, la radiofrecuencia, que acaba de aterrizar en nuestro centro, es un tratamiento muy efectivo para estimular la producción de colágeno y la renovación celular. El colágeno es el responsable de la aparición de líneas finas y arrugas ya que, con el paso del tiempo, su producción va disminuyendo. Además, la radiofrecuencia es un tratamiento puntero para combatir (y prevenir) la flacidez del rostro. El tratamiento radiofrecuencia facial consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas sobre la piel para provocar un calentamiento que estimule su regeneración, mejore la microcirculación, el drenaje linfático y estimule la formación de colágeno", finaliza la doctora.









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