La parada o ralentización del crecimiento por una parte o la totalidad de los folículos, la desvitalización de las células en el bulbo, el acortamiento de la fase anágena y la síntesis empeorada de proteínas, da lugar a un cabello más fino y frágil, que se va miniaturizando hasta desaparecer.

La intervención precoz para reponer los folículos perdidos y evitar la extinción de los que aún sobreviven es, según la nueva Unidad de Alopecia de IML, la mejor estrategia para conservar la cabellera de hombres y mujeres.

Acontecimientos indeseados que derivan en la caída capilar

El envejecimiento del folículo piloso o la caída de cabello lleva aparejados cambios en su estructura. El más importante atañe a la papila dérmica, que es donde se reproducen las células foliculares para formar el tallo.

Cuando comienzan a hacerlo más lentamente es porque dejan de recibir la orden genética para multiplicarse. Factores como citoquinas, hormonas y proteínas, propios de la papila, activan o silencian los genes implicados.

La alopecia se instala progresivamente a medida que los folículos activos descienden. Las primeras señales vienen dadas por un cabello más fino, peor pigmentado y de mala calidad.

La alopecia masculina

Aunque existen alopecias difusas que aquejan al varón, el tipo más frecuente es la alopecia androgenética, que afecta a un 60% de los hombres. Tiene carácter genético y se produce por la sensibilidad de los folículos en el cuero cabelludo a los andrógenos, responsables de su miniaturización en zona frontal, central y coronilla. Más fino y escaso, sufre una involución que conduce a la pérdida intensa o total.

Este tipo de alopecia comienza a manifestarse alrededor de los 25 años para avanzar y agravarse, según evoluciones distintas, que van desde un patrón lento y progresivo, acorde con la edad, hasta una pérdida acelerada.

Según IML, conviene iniciar el tratamiento cuando los signos se detectan de forma precoz, "ya que terapéuticamente es más interesante conservar el pelo que recuperarlo", comenta la Dra. Cristina Morante, Unidad de Alopecia IML.

Enfoque IML contra la alopecia: Reponer, frenar y estimular

Los hombres requieren un abordaje 360º, que permita recuperar el pelo perdido y frenar el avance de la alopecia en las zonas no afectadas todavía.

TÉCNICA FUE.
Está destinada a reponer los tallos perdidos. La gran ventaja de este procedimiento estrella, es que se realiza por unidades, gracias a un punch cuya boca tiene entre 0,6 y 0,8 mm de diámetro. La pequeña dimensión de su orificio facilita la extracción certera de folículos, sin daños en su estructura. Una vez revisados y ordenados, según el número de folículos en cada unidad extraída, se implantan en la zona receptora, sobre la que se realiza un diseño previo que tiene en cuenta la densidad y dirección de cada implante para una mayor naturalidad.

El procedimiento tiene una duración de 2 a 5 horas, dependiendo del número de folículos a trasplantar. La recuperación es cómoda y cursa sin dolor, con un edema suave que remite en menos de una semana. El pelo nuevo crece a partir de las 6 u 8 semanas y los resultados definitivos se notan a los 6-12 meses.

La alopecia se instala progresivamente a medida que los folículos activos descienden. Las primeras señales vienen dadas por un cabello más fino, peor pigmentado y de mala calidad.

MESOTERAPIA CON DUTASTERIDE.
Son antiandrógenos en microinyección, que se introducen en el cuero cabelludo para frenar el avance de la alopecia en las zonas aún sin afectar. Dado que el fármaco tiene una vida prolongada, son suficientes cuatro sesiones al año, a razón de uno cada tres meses.

CARBOXITERAPIA CAPILAR.
CO2 que se aplica mediante micropunciones en el cuero cabelludo. Su sensacional efecto bioestimulador genera un incremento de la microcirculación con la consiguiente entrega de nutrientes y oxígeno al folículo. Revitaliza el cabello y frena la caída.

MINOXIDIL.
En espuma, en líquido de aplicación tópica o en pastillas por vía oral, está destinado a controlar la alopecia androgenética difusa en el hombre.

ANTIANDRÓGENOS.
Se administran por vía oral con dutasteride o finasteride. Tienen la matriz folicular como diana, donde producen una inhibición de la fase telógena o de caída. Su ingesta precoz puede revertir la alopecia.

ALOPECIA FEMENINA.
Insidiosa, difusa y progresiva, es una alopecia que conserva la línea de nacimiento y suele ir precedida por una miniaturización del pelo, cuyo calibre pasa de los 0,06 mm a los 0,033 mm. Tiene un efecto psicológico devastador y suele obedecer a factores genéticos, hormonales, celulares y medioambientales.

La alopecia femenina parece estar vinculada al metabolismo de las prostaglandinas, pero no da la cara en las analíticas. Más frecuente de lo que se cree, afecta al 6-12% de las mujeres con menos de 30 años, al 25% de las que han cumplido 48 y al 55% de las que tienen 70.

Las señales de alarma además de las evidentes como el pelo afinado y sin vida, opaco y sin cuerpo, se manifiestan cuando la cabellera posee más tallos en fase telógena (involución) que en fase anágena (crecimiento) y el cuero cabelludo presenta una inflamación perifolicular.

Esta alopecia difusa de patrón femenino suele responder al tratamiento farmacológico adecuado, que se prescribe en función de una analítica bioquímica (hierro, ferritina, vitamina D) endocrinológica (testosterona, estrógenos, prolactica, THS, T4, DHEA) e inmulógica (proteína C reactiva, anticuerpos antinucleares).

Unidad IML de alopecia difusa femenina

Dado que la alopecia femenina es más importante y frecuente de lo que se cree, IML ha inaugurado la nueva Unidad de Alopecia Difusa Femenina, cuyos tratamientos consiguen una rápida y visible mejoría.

Los resultados se evidencian con el frenazo inmediato de la caída, que lleva aparejado una mayor densidad capilar y vitalidad del tallo. El aumento de su calibre se observa a los 6 meses, que son los necesarios para su crecimiento.

CARBOXITERAPIA.
Microinyecciones que introducen 5 ml de CO2 en el cuero cabelludo y tienen un efecto directo sobre el bulbo piloso, donde se produce una estimulación de su papila dérmica.
La carboxiterapia mejora el rendimiento de los microvasos que nutren los folículos, aumenta el nivel de oxígeno en los tejidos, estimula los factores de crecimiento endoteliales y promueve la síntesis de colágeno. El tratamiento requiere entre 4 y 10 sesiones.

La intervención precoz para reponer los folículos perdidos y evitar la extinción de los que aún sobreviven es, según la nueva Unidad de Alopecia de IML, la mejor estrategia para conservar la cabellera de hombres y mujeres.

PRP.
Son factores de crecimiento plaquetario, péptidos biológicamente activos, que se extraen de la propia sangre y se infiltran en el cuero cabelludo para activar las células madre y mejorar los folículos pilosos. Estimulan la generación de brotes vasculares nuevos, que redundan en la microcirculación y en el transporte de micronutrientes al folículo piloso.
Requieren 3 sesiones, que se espacian cada 2 o 3 semanas.

MESOTERAPIA.
Infiltración a nivel intradérmico de sustancias especialmente seleccionadas por ser efectivas contra la alopecia. Se trata de un coctel personalizado, a razón de 5-10 ml por sesión, que lleva minerales y coenzimas, vitaminas del grupo B, aminoácidos, ácidos nucleicos y péptidos. El tratamiento requiere de 4 a 10 sesiones.









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