¿Dónde termina la medicina estética y comienza la cirugía, o viceversa? Según cada percepción, el interrogante permite múltiples interpretaciones y, por lo tanto, distintas respuestas sobre todo por parte de los pacientes, quienes observan su belleza de una manera particular e intransferible, difícilmente moldeable.

Para concretar límites, resultados y efectos, los cirujanos hablan claro. Tanto médicos estéticos como los propios cirujanos han de tener muy claras las funciones y fronteras.

Es en esta ocasión uno de los cirujanos estéticos más reconocidos de nuestro país, el doctor Moisés Martín Anaya, quien responde a nuestras preguntas al respecto. Aunque este famoso mago del bisturí ya nos adelante una primera y nunca mejor llamada sentencia: "La diferencia real entre ambas es de resultados y duración".

Medicina Estética vs Cirugía Estética

Recuperar la tersura perdida de la piel, eliminar la molesta grasa del abdomen, decir adiós a la celulitis, remodelar la forma del óvalo facial... Son muchas las posibilidades que nos ofrecen las clínicas de cirugía estética y además, mediante un completo arsenal de procedimientos para todo tipo de pieles y para todas las edades.

Muchas herramientas, diversas técnicas y, sobre todo, un gran flujo de información entre la que, a veces, cuesta encontrar y discernir lo que uno verdaderamente necesita.

En mi opinión, la verdadera diferencia entre cirugía y medicina estética es la de los resultados: de calidad y de duración de los tratamientos.

Moisés Martín Anaya cirujano estético, plástico y reparador, licenciado en Medicina en la Universidad de Salamanca y doctor cum laude en la misma Universidad, con más de 20 años de carrera profesional, y que desde 1997 ejerce como especialista en cirugía plástica y estética el Hospital Virgen de la Paloma de Madrid, ha accedido a delimitar y ordenar la información al respecto. Algo sin duda fundamental en el panorama actual de la medicina y la cirugía estética.

Beauty Market: ¿Cuál es la primera y principal diferencia entre cirugía y medicina estética?
Moisés Martín Anaya: Cuando se trata de diferenciar entre medicina estética y cirugía se recurre a dos grandes generalidades: el lugar donde se realiza el tratamiento y el tipo de anestesia (si es que se aplica). Generalmente la cirugía, tanto facial como corporal, se lleva a cabo en quirófano, por ser más compleja, necesitar de mayor instrumental y de más personal, además de anestesia, en la mayoría de los casos general. Hablamos de intervenciones (aumento de pecho, liposucción, abdominoplastia...) con todos los protocolos quirúrgicos que se siguen en los hospitales.

B.M.: Por lo tanto, el lugar donde se practica, tanto una como la otra, es el primer gran diferenciador.
M.M.A.: Efectivamente, la medicina estética, al contrario que la cirugía, puede realizarse en la consulta, en la misma clínica con anestesia local o sin ningún anestésico. Englobaríamos aquí los famosos rellenos faciales con bótox, la mesoterapia y los llamados lifting sin cirugía realizados mediante aparatología o tratamientos combinados de vitaminas, ácido hialurónico y láser.

El bótox para tratar arrugas puede ayudarnos a "parar el tiempo” durante unos seis meses. El 'lifting' facial, sin embargo, consigue resultados más reales y de una duración más prolongada.

B.M.: ¿Y en qué se distinguen en cuanto a resultados?
M.M.A.: En mi opinión, la verdadera diferencia entre cirugía y medicina estética es ésta, la de los resultados: de calidad y de duración de los tratamientos. La que debe primar, también bajo mi punto de vista, a la hora de sentarse frente al paciente y explicarle cómo va a quedar, según lo solicitado.
Mientras que un lifting facial, realizado en quirófano, aborda las estructuras profundas de la piel, levanta, estira y retensa, el lifting en clínica mediante aparatos lo que trabaja es la activación de las sustancias rejuvenecedoras de la piel, cómo el colágeno y el ácido hialurónico, ya presentes en la misma. Puede disimular o rellenar algunas arrugas, pero nunca recuperar la forma perdida del rostro, que va cayendo con el paso del tiempo.

B.M.: Caso del recurrido bótox, por ejemplo.
M.M.A.: Así es. Las inyecciones de bótox para tratar áreas con arrugas pronunciadas como la frente, el ácido hialurónico para rehidratar, rellenando zonas envejecidas como el surco nasonabial son "muletas" que pueden ayudarnos a "parar el tiempo” durante unos seis meses. El lifting facial, sin embargo, al abordar los problemas desde las estructuras internas, consigue resultados más reales y de una duración más prolongada. Un lifting puede durar años y aquí sí, es donde pueden ayudarle a mantenerse esas herramientas de medicina estética.

La liposucción tradicional elimina los acúmulos grasos depositados, rebeldes a la dieta y al ejercicio. Mientras que otros procedimientos menos invasivos, duran y se notan poco.

B.M.: Y en lo referido a corporal, ¿el resultado es también el principal clasificador?
M.M.A.: Sí, por idénticos motivos que pueden aplicarse también a la cirugía del contorno corporal, donde continúa reinando la liposucción como intervención más demandada.
Aqualipo, laserlipo, la intralipoterapia o la liposucción con frío son alternativas a la tradicional extracción de la grasa en quirófano mediante cánulas. Son procedimientos menos invasivos, en el sentido de que no producen sangrado y que son casi todos de aplicación externa.
De nuevo, los resultados nada tienen que ver. Mediante estas técnicas, en clínicas, podremos perder volumen, líquido y algo de grasa, sí, pero nunca nos encontramos ante una liposucción como tal. La liposucción tradicional elimina los acúmulos grasos depositados, rebeldes a la dieta y al ejercicio. Mientras que los resultados de los primeros, duran y se notan poco, la liposucción es definitiva si se mantiene un estilo de vida saludable.

B.M.: No obstante, Medicina y Cirugía Estética, pueden y de hecho lo hacen, trabajar en conjunto.
M.M.A.: Sí, ambas, medicina estética y cirugía son complementarias puesto que la primera retoca lo que arregla la segunda. En cuanto a lo que tienen en común, he de destacar su incansable búsqueda de la belleza y el sufrir ambas por igual la lacra del intrusismo profesional con el que hemos de acabar.









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