En odontología todo es importante, desde resolver un problema funcional de una dentadura o encía, hasta conseguir dibujar una sonrisa perfecta en un paciente.

Los problemas más frecuentes identificados por los profesionales suelen ser los siguientes:

  • Malposición dentaria y caries, solucionables gracias a ortodoncias y carillas dentales.
  • Malformación de esmalte. Cuando las principales estructuras del diente no se han desarrollado adecuadamente se producen problemas como la amelogénesis / dentinogénesis imperfecta o casos de fluorosis o manchas blancas de hipocalcificación, que afectan estéticamente a la coloración de zonas concretas del diente.
  • Discromías. Se producen cuando el cambio de color es muy externo. La solución pasaría por un blanqueamiento dental y una reorientación de costumbres alimenticias e higiénicas. Si el cambio de coloración es interno, hay que recurrir a las carillas cerámicas o los ‘composites’ estratificados.
  • Desgaste o abrasión dentaria. Los pacientes con atrición dentaria, bruxismo nocturno o maloclusión necesitan un tratamiento que requiere de paciencia y tiempo.
  • Fracturas. Cuanto antes se aborden, mucho mejor, ya que la pérdida de esmalte deja al nervio desprotegido.
  • Asimetría de tejidos blandos. Cuando el problema no reside en la forma, tamaño o color del diente, sino en el tejido que le rodea, es necesaria una remodelación quirúrgica para generar una correcta armonía estética de la sonrisa.








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