La dermatitis atópica, también conocida como eccema o eccema atópico, es una enfermedad común que hace que la piel se seque y aparezca picazón. Afecta hasta el 20% de los niños y el 3% de los adultos en los países más afectados. Se cree que las influencias genéticas y ambientales influyen en aquellos que contraen dermatitis atópica así como en la gravedad de la enfermedad.

Genes y entornos, básicos en el desarrollo de dermatitis atópica

Los investigadores de un reciente estudio al respecto se basan en el Reino Unido, Australia e Irlanda. En el mismo se ha llevado a cabo una revisión sistemática, que es un tipo especial de revisión que investiga a fondo la evidencia en torno a una pregunta basada en estudios publicados (literatura). Este estudio investigó la evidencia de interacciones entre genes y entornos, mediante las cuales tanto los genes como el medio ambiente trabajan juntos para afectar el riesgo de desarrollar dermatitis atópica.

La dermatitis atópica afecta hasta el 20% de los niños y el 3% de los adultos en los países más afectados.

Filaggrin es actualmente el gen más significativamente asociado con el eccema atópico. Los investigadores estudiaron esta asociación realizando una búsqueda de literatura e identificando y extrayendo daos de estudios relevantes sobre diferentes exposiciones ambientales, como la exposición a gatos en los primeros años de vida.

A partir de estos estudios, los investigadores concluyeron que aunque las interacciones entre genes y el medio ambiente son ampliamente aceptadas como importantes en la etiología (causas) de dermatitis atópica, hay evidencia limitada para las interacciones. Los estudios que encontraron evidencia basaron sus conclusiones en datos de un pequeño número de participantes.

Sin embargo, esto no significa que las interacciones entre genes y entornos no sean importantes en la etiología de la dermatitis atópica, y la investigación que lleva a cabo el consorcio The Early Genetics and Lifecourse Epidemiology (EAGLE) mejorará la comprensión del papel de las interacciones entre los genes y el medio ambiente. El objetivo es transformar tanto la salud pública como las decisiones individuales sobre el estilo de vida.









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