La Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), asegura que "España dispone de una red de hospitales y centros sanitarios de primer nivel, por lo que es un referente para el turismo sanitario". Lo que se une a una corriente al alza en uso y consumo en general de medicina y cirugía estética. El sector en concreto de la medicina estética ha experimentado de hecho un crecimiento de hasta un 20% con respecto a datos de 2012.

Cuestión de reputación

La medicina estética se ha convertido uno de los servicios sanitarios más buscados por los turistas extranjeros, quienes reconocen la buena reputación de nuestros profesionales sanitarios y aprovechan las épocas estivales para someterse a los respectivos tratamientos y así, disfrutar, además, de las excelentes condiciones climatológicas, culturales y gastronómicas del país.
Quedan por conocer las cifras de este último verano, en batalla con las del turismo en general que apuntan un leve descenso en nuestro país y en clara competencia con la guerra de precios en el caso, por ejemplo, del trasplante capilar para el cual Turquía parece estar de moda por el auge de los paquetes vacacionales todo en uno, a precios irrisorios y de los que hemos hablado ya en más de una ocasión aquí, bastante peligrosos por otro lado dad su falta de seguridad y regulación.
A pesar de lo cual, según un último estudio publicado en 2017 en lo referido al turismo médico, España parece disfrutar de un crecimiento sostenido, en consonancia a las también cifras positivas de desarrollo del sector del turismo en general. Existen en España más de 3.000 centros médicos estéticos autorizados. La Medicina Estética ha registrado un crecimiento de hasta el 20% respecto a datos recogidos en 2012 y una facturación total que superó los 500 millones de euros en 2016 y que podría alcanzar los mil millones de euros en 2020, según previsiones realizadas por Spaincares, la alianza que agrupa a varios actores sanitarios y turísticos del país.

El sector en concreto de la medicina estética ha experimentado de hecho un crecimiento de hasta un 20% con respecto a datos de 2012.

Pocos son los sectores que en la actualidad pueden presumir de un ritmo de crecimiento equivalente a más del 20% anual, tanto en su volumen de negocio como en el número de personas que requieren de sus servicios.
El turismo sanitario español es uno de esos casos dignos de analizar y ser sostenidos y apoyados. Todos coinciden. El Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), arroja iguales y más datos: "El turismo médico cada año mueve alrededor de un 20% más de dinero y registra un incremento equivalente en el número de pacientes extranjeros que acuden a nuestros hospitales privados".
En 2014, España se situaba en la sexta posición entre los países europeos y en el octavo puesto mundial en turismo de salud.

Como tendencia global, el turismo medio está en auge. Genera más de 75.000 millones de euros al año en todo el planeta. Según la OCDE: "En España, en 2015 esta industria facturó 500 millones de euros, lo que supone el 0,5% del PIB turístico".

Motivos y razones

La diversidad de la oferta turística en España crece cada año y va más allá del tradicional sol y playa. En todos los datos aportados hasta el momento, hay que diferenciar al turista que viaja expresamente por razones de salud, del turista que enferma durante su visita y requiere asistencia en servicios médicos públicos o privados y que no computa en el denominado segmento del turismo médico y que entraría en otra definición.
Los principales países emisores del turismo sanitario hacia España son el Reino Unido y Alemania, que aportan cerca del 30% de los viajeros de esta industria, según el estudio de Turismo de Salud en España elaborado por el Ministerio de Energía, Industria y Turismo en 2013. Les siguen los viajeros procedentes de Holanda (7,5%), Irlanda (4,8%), Bélgica (4,3%) y Francia (4,3%).

La medicina estética se ha convertido uno de los servicios sanitarios más buscados por los turistas extranjeros.

Sin embargo, el perfil y las necesidades de cada turista varían bastante según su procedencia. Por ejemplo, aquellos que vienen de países árabes o Rusia suelen demandar productos complejos de cirugías estéticas u operaciones cardíacas. Son pacientes de alto poder adquisitivo que buscan en España técnicas que no existen en sus países de origen. En otros casos, como el de los turistas europeos, su elección se debe más a una cuestión económica, al encontrar en España operaciones más baratas. "También países como Alemania o Francia, donde existe una gran cultura termal demandan servicios que ofrecen balnearios", explica Íñigo Valcaneras, presidente de Spaincares, una rama más del denominado Turismo de Salud. Este experto destaca que existe un tercer mercado en los países nórdicos, con clientes jubilados y de mayor edad que buscan servicios en los centros asistenciales y de dependencia.









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