El láser Elektra es un láser completamente indoloro, fraccionado, no invasivo, que, además, no deja marcas en la epidermis. A través de un proceso fotoacústico produce un estímulo sobre los fibroblastos para producir nuevo colágeno en dos planos de la dermis.

La diana de este láser es el agua cutánea por lo que, tras acumular una adecuada cantidad de energía e insistir en las arrugas más evidentes; se realiza una hidratación profunda a continuación para equilibrar e hidratar en profundidad la piel.

Paso a paso del tratamiento en la Clínica Mira+Cueto

Con la piel limpia, se realiza, primero, un análisis exhaustivo del estado de la piel. Luego, se delimitan las zonas a tratar (normalmente mejillas, reborde mandibular y región submandibular) y se distribuye la energía del láser Elektra por el rostro para favorecer la síntesis de colágeno.

Después, se realiza una hidratación profunda mediante un agradable masaje relajante, aplicando principios activos hidratantes y, también, regenerantes. Este cóctel es 100% personalizado, en función de las necesidades de cada tipo de piel.

Como broche de oro, se extiende por el rostro una mascarilla facial con crioterapia (frío a -5 ºC) para relajar y descongestionar el rostro.

RESULTADOS.
El tratamiento dura 90 minutos y, aunque el nuevo colágeno empieza a generarse a las 3 semanas, da como resultado una piel jugosa, tonificada, hidratada y luminosa al instante. Para prolongar ese efecto flash, "solemos recomendar una pauta de choque de 5 sesiones espaciadas en 1 mes. Y en pieles con más grado de fotoenvejecimiento, lo más adecuado es realizar un mantenimiento trimestral tras haber completado el plan de choque inicial·, explican las doctoras Mira y Cueto.









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