El Dr. Antonio J. Fustes Morales, médico estético en Clínicas Dorsia, explica el impacto positivo de un tratamiento estético planificado durante el otoño para lucir una piel luminosa, uniforme y saludable. “Es importante cuidar la piel en esta época del año para recuperarla del daño del verano y, sobre todo, prepararla mejorando la hidratación para la sequedad que trae el invierno”, afirma.

Después de meses de exposición solar intensa y cambios en la rutina, la piel suele presentar deshidratación, manchas y signos de fatiga. Para tratar problemas frecuentes como las manchas de melasma o las secuelas del acné, el Dr. Fustes recuerda que el otoño marca el inicio de la temporada de peelings, que mejoran de manera significativa el daño solar del verano. Además, es el momento ideal para iniciar tratamientos con fuentes de energía, que suelen pausarse durante los meses de verano por la alta exposición solar.

Dr. Antonio José Fustes Morales.

En este sentido, uno de los tratamientos más recomendados durante esta época es el láser Fotona para el rejuvenecimiento periocular, que permite tratar el descolgamiento de párpados y las arrugas finas del párpado inferior. “Como normalmente se requieren tres sesiones, comenzar en otoño permite llegar a diciembre con una notable mejoría en esta zona tan delicada, que sufre especialmente durante el verano”, añade. Aunque los resultados son distintos, este tratamiento es una gran alternativa para aquellos pacientes que buscan tratar las arrugas finas en el párpado inferior o exceso de piel sin cirugía.

Junto al láser periocular, el doctor destaca otra opción que también se enmarca en los tratamientos con fuentes de energía y que resulta ideal para esta época del año: Morpheus 8, que mejorara la textura y calidad de la piel tras el verano, reafirmando y favoreciendo la producción de colágeno y elastina desde las capas más profundas (entre otros beneficios).

Por último, el especialista nos da las claves para combatir la bajada de temperaturas con medicina regenerativa como la mejor opción. Uno de estos tratamientos son las vitaminas NCTF, que “aportan grandes ventajas, ya que mejoran la hidratación, ayudan con la regeneración de la piel y tratan las arrugas finas de las ojeras, siendo lo ideal una sesión al mes durante tres meses. Además, reducen el daño del verano y protegen de la deshidratación tan característica del invierno”, explica el Dr. Fustes.

El doctor recomienda también tratamientos con ácido hialurónico de reticulación baja (skinboosters) para trabajar en la calidad de piel y suavizar las arrugas finas. Tanto las vitaminas como los skinboosters se adaptan con facilidad a todo tipo de perfil. Tal como señala el especialista, “aportan beneficios a cualquier edad. Son tratamientos que mejoran la calidad de la piel y complementan cualquier otro tratamiento que esté indicado para tratar la flacidez o la restauración de volúmenes perdidos”.









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