La belleza, la juventud y la medicina han ido siempre de la mano. Clínica Dorsia lleva más de 20 años retando a cada persona a exteriorizar quién es realmente por dentro. Apoyando la unicidad y la individualidad. Para ello, cuenta con técnicas innovadoras y con una tecnología que consigue hacer brillar. Por este motivo, y teniendo en cuenta que el rejuvenecimiento del rostro es de los objetivos más demandados, nace Lipocube fruto de las últimas investigaciones científicas en el campo de la medicina regenerativa y estética.

Rejuvenecer la piel con injertos de nano-grasa

El envejecimiento provoca en nuestras facciones pérdida de volúmenes y estructuras, dando como resultado un descolgamiento de la piel y la aparición de la temida flacidez y las arrugas. Con esta innovadora técnica de mesoterapia con células madre se consigue recuperar los volúmenes pérdidos, rellenar las arrugas o marcar el arco mandibular, además de aportar luminosidad inmediata, difuminar las manchas y unificar el tono con resultados más naturales que con otras alternativas médicas.

La infiltración de grasa autóloga nos permite recuperar los paquetes grasos, dando soporte a las diferentes estructuras de las zonas a tratar. Además, el tejido adiposo que se infiltra está compuesto por la fracción vascular estromal, la cual ha demostrado tener una gran concentración de células madre con las cuales se logra un rejuvenecimiento de los tejidos.

Qué es Lipocube

Este relleno natural se realiza por medio de un dispositivo mecánico de un solo uso, Lipocube Nano, que se encarga del procesamiento de lipoaspirado, el tejido graso autólogo y los posteriores injertos. La infiltración de grasa se realiza en un quirófano ambulatorio tras la colocación de una crema anestésica, la cual hace que el tratamiento no sea molesto y que no tenga ninguna contraindicación.

Las recomendaciones médicas previas son no tomar aspirina ni otros anticoagulantes y, en pacientes fumadores, se aconseja disminuir la cantidad de tabaco para que se obtengan los resultados óptimos. Posteriormente no se debería hacer ejercicio de impacto hasta 20-30 días después del tratamiento para favorecer la integración del tejido.









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