Cada vez más hombres se acercan a la medicina estética con el objetivo claro de sentirse bien consigo mismos y cuidar su aspecto sin alterar su identidad. Así lo afirma el Dr. Manuel Rubio, medico estético y fundador y director médico de Clínica CIME, quien destaca que “el hombre actual busca sentirse seguro, proyectar confianza y mantenerse competitivo en entornos personales y laborales”.
Según el especialista, esta tendencia responde a un cambio de mentalidad: “Responde a un cambio cultural profundo: los hombres han dejado de asociar la estética con la vanidad para empezar a verla como una extensión de su bienestar y de su imagen profesional”. El paciente masculino busca proyectar una imagen saludable y segura, adaptada a su edad y estilo de vida.
Los tratamientos más demandados incluyen la armonización facial, la bioestimulación cutánea, la revitalización del tercio medio o el tratamiento de ojeras. “Los hombres priorizan la discreción y los resultados progresivos. No buscan transformar su rostro, sino mantener una apariencia cuidada y equilibrada”, explica el Dr. Rubio.
“El perfil más habitual de pacientes se sitúa entre los 35 y 55 años”, asegura el Dr. Rubio. Hombres activos profesionalmente que desean prevenir el envejecimiento cutáneo y mantener un aspecto fresco. No obstante, también crece la demanda entre pacientes jóvenes interesados en la prevención y hombres más maduros que buscan corregir zonas específicas, como el cuello, la mandíbula o el contorno facial.
"La piel del hombre es más gruesa y la estructura facial distinta; por eso, los tratamientos deben adaptarse a su morfología para conservar su carácter y autenticidad", señala el Dr. Rubio.“La medicina estética masculina requiere un enfoque técnico propio”, señala el Dr. Rubio. “La piel del hombre es más gruesa y la estructura facial distinta; por eso, los tratamientos deben adaptarse a su morfología para conservar su carácter y autenticidad”.
Entre las tendencias actuales, el especialista destaca el uso de productos bioestimulantes y de ácido hialurónico, que permiten mejorar la firmeza y la calidad de la piel sin aportar volumen excesivo.
“Nos dirigimos hacia una medicina estética cada vez más preventiva y regenerativa, con tratamientos mínimamente invasivos, cómodos y con tiempos de recuperación más cortos”, concluye el Dr. Rubio.
Para ello, IBSA incorpora un nuevo tratamiento de la tecnología Nahyco®, específica para restaurar el tejido adiposo subcutáneo facial, una capa fundamental que sostiene la dermis y que con el paso del tiempo puede atrofiarse y dar lugar a flacidez. Gracias a esta innovadora fórmula, ahora es posible actuar sobre lo que no se ve. También en hombres.