Para combatir el paso del tiempo, sin pasar por el quirófano, flacidez y descolgamiento facial principalmente, ahora la clínica de medicina estética puede recurrir a la nueva generación de tensores las Mallas Tesslift. La doctora Gema Pérez Sevilla nos desvela en qué consiste esta novedosa técnica.

Además de las manchas y las arrugas, como todos sabemos, con el paso del tiempo, aparece la flacidez que es la pérdida de firmeza de la piel, producida por la falta de colágeno elastina y hialurónico y por el debilitamiento de los tejidos profundos que hacen de sostén.

La flacidez suele afectar a diversas zonas del rostro como la papada, el ángulo mandibular, las cejas, los pliegues nasolabiales…

Antes hilos tensores, ahora mallas, una solución a la flacidez sin pasar por quirófano

Los hilos tensores ayudan a combatir la flacidez facial y redefinir el óvalo y el contorno de la mandíbula, sin pasar por el quirófano. Se trata de hilos muy finos que actúan como soporte de los tejidos provocando un efecto reafirmante instantáneo y favoreciendo la producción de colágeno.

Hay muchos tipos de hilos tensores: los más usados hasta ahora han sido los espiculados y los cónicos. Pero ahora contamos con una novedad: las mallas tensoras Tesslift.

Son mallas en 3 dimensiones de polydioxanona reabsorbible destinadas a unirse al tejido bajo la piel incorporándolo en su estructura para tensarlo. Están constituidas por una estructura espiculada central rodeada de una malla tubular en cuyos poros queda atrapado el tejido traccionado.

Se trata de un proceso mínimamente invasivo, que se realiza con anestesia tópica o local, y que no deja cicatrices. El resultado se aprecia de modo inmediato y se matiza a medida que disminuye la inflamación.

Se trata de un proceso mínimamente invasivo, que se realiza con anestesia tópica o local, y que no deja cicatrices. La inserción se realiza mediante cánulas especiales para que el despliegue de la malla sea controlado y sin dolor.

El resultado se aprecia de modo inmediato y se matiza a medida que disminuye la inflamación.

Con el tiempo se aprecia una mejoría evidente en la calidad de la piel, la duración del tratamiento es de 1 a 4 años dependiendo de la zona, la estructura facial y la gravedad del caso.

Las mallas tensoras están recomendadas para pacientes con flacidez facial, desdibujamiento del contorno peribucal y mandibular, descolgamiento de cuello que no tenga gran exceso de grasa, para disminuir el marcaje de las bandas platismales, para elevar la cola de la ceja en pacientes y elevar la punta nasal cuando los cartílagos son blandos y están descendidos.









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