Esta novedad destaca por su idoneidad para utilizarlo en pequeñas arrugas superficiales y en las zonas dinámicas de la cara, tales como frente, patas de gallo y zona peri-oral.

Su principal innovación radica en que se ha diseñado específicamente para corregir las pequeñas arrugas de expresión superficiales, sin que sea necesario acudir a otras sustancias como la toxina botulínica para su abordaje.

Viscoderm vs bótox

Su actuación y sus efectos no son iguales a los del bótox, ya que este último relaja el músculo, mientras que Viscoderm Hydrobooster suaviza la arruga.

"Viscoderm suaviza las arrugas y alisa la piel sin relajar el músculo de la zona. Pero también está indicado para suavizar aquellas arruguitas más marcadas que la toxina botulínica no puede eliminar", explica la doctra Carmen Martín.

También difiere en su aplicación, ya que mientras la toxina botulínica se inyecta en zonas localizadas a nivel muscular, Viscoderm se infiltra a nivel superficial en el pliegue que forma la arruga, en multipunción, es decir, con diversos pinchazos localizados.

Aunque los resultados dependerán de la edad, tipo de piel y metabolismo del paciente, suelen durar de modo similar al bótox: alrededor de seis meses. Se aconsejan dos sesiones al año para un buen mantenimiento.

'Viscoderm' destaca por su idoneidad para utilizarlo en pequeñas arrugas superficiales y en las zonas dinámicas de la cara, tales como frente, patas de gallo y zona peri-oral.

PROTOCOLO.
» En primer lugar, se realiza un estudio del paciente antes de comenzar el protocolo.

» Se procede a canalizar arruga por arruga de manera muy superficial, especialmente en las patas de gallo, el código de barras, las arrugas de expresión de la frente y de las mejillas, tan difíciles de tratar.

» Cuando ya se han tratado todas las arrugas, se realiza una hidratación profunda con una aguja especial que llega directamente a dermis profunda.









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