El 23 de mayo se celebra en todo el mundo el Día del Melanoma. El 65% de los casos se asocia a una excesiva exposición solar, sobre todo cuando los daños se han sufrido durante la infancia (una quemadura en la niñez supone el doble de posibilidades de desarrollar un melanoma en la edad adulta). Los expertos de Clínica Dermatológica Internacional inciden una vez más en la importancia de la prevención pero también de la detección precoz, ya que el porcentaje de curación es del 99% cuando se realiza un diagnóstico temprano.

La mayor información de la población, la mejor formación de los médicos en general y de los dermatólogos en particular, y los avances tecnológicos disponibles, están contribuyendo a que la posibilidad de vencer al melanoma esté cada día más cerca.

El melanoma es uno de los cánceres cutáneos menos comunes (1%) pero el más agresivo de todos ellos. Lo cierto es que su incidencia se ha triplicado en los últimos 30 años, hasta el punto de que en Estados Unidos cada hora muere una persona víctima de esta enfermedad. Los esecialistas de Clínica Dermatológica Internacional insisten en la prevención aunque también hacen hincapié en la importancia de la vigilancia ante cualquier cambio para la detección temprana de este tipo de lesiones. "El melanoma es la versión maligna de un lunar, un tumor que, por cada milímetro de espesor, aumenta un 10% su mortalidad. Por eso es tan importante el diagnóstico precoz", argumenta el doctor Ricardo Ruiz, director de CDI. "La mayoría de los melanomas -continúa- se desarrollan ante nuestros ojos, en nuestra piel, por lo que casi nadie debería fallecer por ello", añade el doctor Ángel Pizarro, jefe de la Unidad de Prevención y Diagnóstico Precoz de Melanoma de la Clínica Dermatológica Internacional.

"El diagnóstico precoz permite obtener mayores tasas de curación con intervenciones quirúrgicas más sencillas y con menos secuelas cosméticas y funcionales. En el pronóstico del melanoma lo más importante es su espesor. Pero en el manejo del melanoma, el tamaño, su diámetro, también importa. Un melanoma de menor diámetro suele ser más difícil de diagnosticar, pero más fácil de extirpar, y además es más probable que aún sea fino, de poco espesor, y por ello de muy buen pronóstico", asegura.

Hay personas con factores de riesgo, como aquellos individuos que han sufrido cáncer de piel o tienen antecedentes familiares, poseen muchos lunares, pecas o marcas de nacimiento, han sufrido quemaduras solares, se exponen habitualmente al sol o a rayos UVA en cabina o tienen la piel, el cabello y los ojos claros, entre otros.

¿Cómo reconocer si un lunar es normal o no?

La norma general es la que los dermatólogos llaman la Regla del ABCDE:

  • Asimetría. Un lunar que al dividirse en dos no es igual por ambos lados.
  • Bordes. Un lunar que tiene bordes poco definidos.
  • Color. Los cambios de color (oscurecimiento, extensión del color, pérdida del color o aparición de colores múltiples como azul, rojo, blanco, rosado, violeta o gris).
  • Diámetro. Un lunar con un diámetro mayor de 7 milímetros.
  • Evolución. Rápida evolución del tamaño (anchura, color o espesor)

Pero también hay que estar atento a las siguientes señales:

  • Un lunar que sangra.
  • Un lunar que crece rápidamente.
  • Un crecimiento escamoso o con costra en la piel.
  • Una llaga que no se cura.
  • Un lunar que produce comezón (picor).

La dermatoscopia digital salva vidas

La mayor información de la población, la mejor formación de los médicos en general y de los dermatólogos en particular, y los avances tecnológicos disponibles, como la dermatoscopia digital, con la que se pueden observar estructuras o colores que no se ven a simple vista en un lunar, están contribuyendo a que la posibilidad de vencer al melanoma esté cada día más cerca.

Los dermatólogos recomiendan someterse a un mapeo de lunares mediante dermatoscopia, especialmente a aquellas personas con factores de riesgo. Es decir, aquellos individuos que han sufrido cáncer de piel o tienen antecedentes familiares, poseen muchos lunares, pecas o marcas de nacimiento, han sufrido quemaduras solares, se exponen habitualmente al sol o a rayos UVA en cabina o tienen la piel, el cabello y los ojos claros, entre otros.









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