Si tenemos que definir a la Medicina Regenerativa diríamos, a modo de resumen e introducción, que es aquella que utiliza los propios mecanismos que emplean las células de nuestro cuerpo en aquellas zonas que puedan estar más dañadas (como por ejemplo la piel del rostro) reparando o regenerando los tejidos y rejuveneciéndolos para recuperar su funcionalidad.

Estos tratamientos se pueden realizar empleando tejidos tan diferentes como la sangre o la grasa de la persona, ambos de fácil acceso y extracción. La sangres y la grasa presentan diversos tipos de células, entre otras las conocidas como células madre, células endoteliales, células sanguíneas y más, además de factores en los tejidos.

A diferencia de muchos tratamientos tradicionales, la medicina regenerativa ha tenido respuestas muy prometedoras.

¿En qué consisten los tratamientos de la medicina regenerativa?

Son tratamientos que se basan en la reintroducción de determinadas células en los tejidos para intentar tratar un daño que se haya producido, como por ejemplo los daños causados en la piel por el envejecimiento, la exposición al sol, las cicatrices o marcas de acné y/o la perdida de colágeno y elastina, estos últimos dos compuestos que mantienen la tersura y firmeza de la piel.

Es importante mencionar que estos tratamientos siempre deben ser prescritos y realizados por profesionales sanitarios especializados en centros que estén autorizados para ello.

¿Por qué son tan especiales los tratamientos de medicina regenerativa?

Estos tratamientos son especiales porque lo que buscan es reforzar la propia acción del organismo y mejorarla para recuperar, regenerar y rejuvenecer los tejidos de forma natural, permitiendo retrasar o evitar el empleo de otros tratamientos más invasivos.

Ventajas únicas de la medicina regenerativa

» Fácil realización y mínimamente invasivos.
» Ausencia de riesgo por rechazo inmunológico, se emplean los tejidos de la propia persona.
» Se realizan inmediatamente, en un mismo procedimiento.
» Bajo riesgo de complicaciones y/o infecciones, ya que se llevan a cabo en instalaciones acondicionadas para ello.
» Empleamos las células y/o tejidos del propio organismo, por lo que no hay posibilidad de rechazo.
» Se pueden retrasar o evitar otros tratamientos más invasivos.
» Pueden ralentizar la progresión de la degeneración articular.
» El proceso se realiza de forma ambulatoria (sin hospitalización) y con anestesia local.

¿Por qué realizar este tipo de tratamientos con células del propio cuerpo?

De forma natural, nuestro organismo tiene una capacidad para reparar el deterioro por la edad de nuestra piel y de lesiones cutáneas. Esta capacidad va disminuyendo a medida que envejecemos y en función de la gravedad del deterioro o la lesión.

La cantidad y calidad de estas células que todos tenemos también va disminuyendo con el tiempo.

Los tratamientos de medicina regenerativa consisten en suministrar al paciente la mayor cantidad de células posible, aumentando así la capacidad del organismo de proteger, reemplazar o regenerar las células deterioradas o enfermas.

Los tratamientos de medicina regenerativa los podemos combinar con otros tratamientos de medicina estética para potenciar sus resultados, como hilos tensores, toxina botulínica, etc.

Así lo afirma y describe Clinicas CRES, un equipo médico que ofrece un asesoramiento personalizado, profesional y transparente.

Para este tipo de tratamientos CRES cuenta con el doctor Eduardo Serna en sus clínicas de Madrid, Valencia y Palma, experto en rejuvenecimiento facial y uno de los profesionales que tratan con experto dominio las células madre a nivel facial.









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