La Dra. Inés Escandell, dermatóloga del GEDET y del Grupo Dermothèque en Alicante, analiza tres grupos de ingredientes que han sido evaluados en los últimos años por el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores de la UE (SCCS), comisión encargada de evaluar la seguridad de los ingredientes cosméticos (emiten dictámenes y después estos son regulados por la Comisión Europea) los cuales han suscitado polémica últimamente y explica cuál es su situación actual.

Lo primero a tener en cuenta, según la Dra. Escandell, es que “la Unión Europea es una de las regiones más activas a la hora de legislar para minimizar riesgos en el consumidor y la más restrictiva con los ingredientes cuya seguridad genera dudas”, de manera que podemos sentirnos totalmente seguros.

Dra. Inés Escandell.

1. Despigmentantes:

  • Arbutina: se trata de un agente despigmentante aprobado para su uso en cosmética, que inhibe la tirosinasa, enzima que limita la producción de melanina. “Se utiliza desde hace mucho tiempo. En realidad es un derivado de hidroquinona y la polémica viene por su capacidad de convertirse en hidroquinona y tener así algún riesgo de irritación, y especialmente en otro derivado llamado p-benzoquinona. Después de evaluar el posible riesgo de la arbutina, no se ha cambiado la concentración: sigue al 2% la alfa arbutina para rostro, 0,5% para productos corporales y 7% para la B-arbutina en rostro”, confirma la Dra. Inés Escanell.
  • Ácido Kójico: ante la sospecha de que tuviera este despigmentante un potencial irritante o con posible disrupción endocrina formulado al 1%, se analizó y la conclusión es que a esa concentración sigue siendo totalmente seguro, y solo a dosis muy altas podría tener efectos adversos en animales (aunque no está claro y no se ha podido demostrar en humanos). “La dosis permitida del 1% en cosmética es totalmente segura”.

En conclusión, no se ha cambiado la recomendación de uso de los despigmentantes, como afirma la Dra. Escandell.

2. Salicilatos: productos derivados del ácido salicílico o de su estructura química:

  • Ácido salicíclico: se utiliza en cosmética como conservante y por su efecto exfoliante en productos faciales, corporales o champús, y se ha puesto en tela de juicio por ser potencial disruptor endocrino. “Ya se prohibió hace un tiempo su uso en menores de 3 años y ahora se ha propuesto una reducción de las concentraciones permitidas para niños entre 3 y 10 años aunque aún no se ha emitido una legislación”. Se propone reducir la concentración a 0,5% en productos con aclarado, al 0,15% en productos leave-on y al 0,1% en productos para cuidado bucal.
  • Resto de salicilatos: presente en productos utilizados como conservantes, en filtros solares y para neutralizar el olor a modo de perfume. “Aunque hay algunas publicaciones, no se ha regulado el uso de otro salicilato, a parte del ácido salicílico y se han incluido ciertos límites también en el Hexyl salycilate,”, cuenta la dermatóloga.

3. Biocidas: sustancias destinadas a neutralizar o controlar organismos nocivos:
En este caso sí se ha se ha endurecido la aplicación. “En el caso del triclosán, antiséptico que se utiliza en jabones, pastas dentales, desodorantes o cosméticos desde hace tiempo en cantidades pequeñas en aquellos tipos leave on (los que se dejan sobre la piel) y en cantidades más altas en los de tipo wash off (es decir, los que se enjuagan) se ha decidido mantener la dosis máxima de 0,3% en cosméticos, pero se ha endurecido un poco su aplicación y ahora no se puede utilizar en productos dentales destinados a menores de 3 años. El triclocarbán si se ha legislado: se ha reducido a una concentración máxima del 0,2% como conservante y al 1,5% en uso distinto al de conservante en productos con aclarado.” Esto se ha decidido tras la sospecha de posible disrupción endocrina, para garantizar al máximo la seguridad de los pacientes.









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