España se ha convertido en el epicentro mundial de la alopecia. Según los últimos datos, el 44,5% de los hombres españoles sufre algún grado de alopecia androgénica, situando al país a la cabeza de la calvicie masculina. La incidencia también es significativa entre las mujeres: el 40% padece algún tipo de pérdida capilar, un porcentaje que se dispara hasta entre el 50% y el 65% en mayores de 60 años.

Esta realidad sanitaria ha impulsado un crecimiento del 65% en las consultas médicas por trastornos capilares en los últimos años, un fenómeno que continúa en ascenso. El sector, lejos de ser únicamente una cuestión estética, se ha convertido en un motor económico que movió más de 3.500 millones de euros en 2024. La mayoría de los afectados busca soluciones efectivas: un 72% opta por tratamientos médico-capilares, mientras que un 28% recurre a la restauración capilar mediante la técnica FUE, considerada una de las más avanzadas y naturales del mercado.

La urgencia de una regulación que proteja al paciente

Pese a su auge, el sector adolece de una falta de regulación específica y de formación consensuada que unifique criterios educativos y asistenciales. Esta carencia puede derivar en riesgos graves: desde una baja tasa de supervivencia de los injertos hasta lesiones en la zona donante, infecciones o resultados antiestéticos difíciles de revertir.

“La formación de calidad no es solo una garantía para el profesional, es sobre todo una garantía para el paciente”, subrayan los especialistas. En un ámbito donde los intereses comerciales a menudo priman sobre los sanitarios, resulta crucial promover una cultura de excelencia basada en la evidencia científica, la ética médica y la actualización continua.

Una formación pionera para España y Europa

Con este objetivo, el sábado 27 de septiembre dará comienzo en Valencia el Máster de Formación Permanente en Medicina y Restauración Capilar, un programa universitario de referencia en Europa dirigido a médicos e impulsado por la Universidad Católica de Valencia (UCV) y el European Medical College (EMC). Esta formación reglada responde a las necesidades y exigencias normativas de las comunidades autónomas para el ejercicio médico en cirugía capilar bajo las unidades asistenciales U.48 (Medicina Estética) o U.64 (Cirugía menor).

El máster se complementa con el Certificado de Especialización Técnico en Restauración Capilar, que contempla 800 horas de formación dirigida a profesionales del área sanitaria, con formación mínima de acceso de grado universitario o formación profesional. Este certificado busca capacitar a técnicos en la instrumentación y técnicas más avanzadas en restauración capilar, elevando el nivel de profesionalización y asegurando la salud y seguridad de los pacientes.

Será la primera vez en Europa que de forma simultánea a nivel universitario se crearán equipos de trabajo sanitarios, donde los médicos y los técnicos serán formados y evaluados conjuntamente acorde al nivel de competencia de cada uno de ellos. Este hito académico, no solo lucha contra el intrusismo profesional desde las bases, sino que acerca la universidad a las necesidades reales del mercado laboral y del sector sanitario privado.

España, referente internacional

El compromiso con la excelencia se refuerza con la reciente incorporación, en mayo de 2025, de la Sociedad Española de Restauración Capilar (SERECAP) a la International Society of Hair Restoration Surgery (ISHRS), la organización científica más prestigiosa del mundo en este campo. Esta alianza supone un hito en la unificación de estándares de calidad y marca un antes y un después en la atención a los pacientes en España.

Ciencia, tecnología y ética para el futuro capilar

La restauración capilar avanza hacia un futuro en el que formación, innovación y colaboración profesional serán las claves. La integración de ciencia, tecnología y ética médica garantiza que cada paciente pueda acceder a tratamientos seguros, eficaces y con resultados naturales y duraderos.









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