En general, es fundamental usar protección solar durante todo el año, pero en verano es imprescindible. El tiempo de exposición solar se ampliìa e incide sobre todo en las zonas del cuerpo mas descubiertas como el rostro, las manos o el escote. El envejecimiento, las manchas o los problemas cutáneos son algunas de las alteraciones que el sol produce en la piel y que se instalan de forma permanente.

El envejecimiento, las manchas o los problemas cutáneos son algunas de las alteraciones que el sol produce en la piel.

Aunque el sol proporciona numerosos beneficios como el aumento de la liberación de endorfinas y otras sustancias que mejoran el estado de animo, la fijación de la vitamina D, o la mejora de algunas enfermedades, es el responsable principal del envejecimiento de la piel. Por eso es necesario incorporar un protector solar facial como parte de la rutina de cuidado diario.

Protección de amplio espectro

Para conseguir la protección solar adecuada del rostro, Isséimi dispone de Dermosun SPF 50+, desarrollado para luchar contra los daños solares gracias a sus filtros de amplio espectro. Filtros que evitan la acción dañina del sol:

  • Radiación IR-A (Infrarrojos): la que origina el calor en las capas maìs profundas de la piel y degrada el colágeno.
  • UVA (radiación ultravioleta): que causa hiperpigmentación y envejecimiento prematuro de la piel.
  • UVB: radiación de gran energía que origina las quemaduras siendo la mas frecuente en verano.

Isséimi Dermosun SPF 50+ es un protector solar resistente al agua, apto para pieles sensibles que no aporta grasa ni deja aspecto blanquecino a la piel. Entre sus ingredientes destacan los filtros fiìsicos y quimicos, el aloe vera, como reparador de los daños solares, la alantoína, para aportar suavidad a la piel y la Vitamina E, con gran poder antioxidante.









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